Usted es de los que enrolla y se cena tarde o que no se resiste y se asalta la nevera antes de dormir? Pues sepa que los hábitos de este tipo no hacen muy bien. Es que, de acuerdo con un estudio realizado por un profesor de la Universidad de California, en Los Ángeles, en Estados Unidos, comer tarde en la noche, cuando debería estar durmiendo, puede traer perjuicios al aprendizaje y la memoria.
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El profesor de psiquiatría de la institución de educación estadounidense, Christopher Colwell, responsable de la investigación y sus compañeros expertos hicieron el descubrimiento al estudiar el funcionamiento del reloj biológico. El experimento que hizo que el equipo llegara a esa conclusión se ha hecho con ratones, pero según el profesor Colwell, los principios generales observados en los animalitos también puede aplicarse a personas.
Durante el estudio, los científicos dividieron a los ratones en dos grupos. Mientras uno de ellos comía en el horario habitual, el otro se alimentaba en el período en el que normalmente estaría durmiendo. Los dos grupos de ratones recibieron la misma cantidad de comida y durmieron en el mismo número de horas, sólo hicieron estas actividades en diferentes horarios.
Después de algunas semanas de esta primera etapa, los animalitos fueron sometidos a pruebas de aprendizaje. Fue ahí que los estudiosos se dieron cuenta de que aquellos que se habían alimentado en el horario en el que deberían estar durmiendo tuvieron la capacidad de recordar lo que acababa de aprender seriamente comprometida, presentaron mayor dificultad para reconocer un objeto nuevo, y han sufrido cambios en el hipocampo, una región del cerebro involucrada en el aprendizaje y en la memoria.
El investigador explicó que a pesar de las exigencias y los horarios locos de trabajo que los tiempos modernos exigen de gran parte de las personas, el cuerpo humano todavía tiene que trabajar de acuerdo con un determinado ciclo para permanecer saludable.
“Nosotros tenemos esa ilusión de que podemos trabajar a cualquier hora y parte de eso significa comer a cualquier hora. Pero nuestros sistemas biológicos no funcionan de esa manera. Ellos trabajan teniendo como base un ritmo diario”, afirmó el profesor.
Asimismo, de acuerdo con el profesor Colwell dejar el ciclo natural del cuerpo desregulado trae otros daños a la salud como la aparición de diabetes tipo 2 y problemas en el sistema inmunológico.
Para él es importante recordar que el cuerpo humano fue diseñado para trabajar con un determinado ritmo. El profesor también resaltó que trabajar en un ambiente en el que el reloj biológico está constantemente expuesto a desregulações es sinónimo de problemas.
Tomemos el ejemplo de las personas que trabajan en turnos. Después de cierto tiempo, el cuerpo se acostumbra al nuevo horario, sin embargo, el efecto que se produce cuando la persona vuelve al horario normal en sus días de descanso o los fines de semana, es muy negativo. Según el profesor, el trabajo en turnos está ligado a problemas de salud como la fatiga, la depresión, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
