La hipertensión arterial – Síntomas, Causas, Tratamiento, Dieta, Ejercicios y Consejos

La presión arterial es la cantidad de fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias presentes en nuestro cuerpo a medida que la sangre fluye a través de ellas. Cuando una persona sufre de presión arterial alta o hipertensión, esto significa que su presión arterial está alta y que las paredes de sus arterias están recibiendo mucha presión en varias ocasiones.

Hipertensión

De acuerdo con la American Heart Association, aproximadamente 85 millones de personas sufren de presión arterial alta en los Estados Unidos, lo que representa 1 de cada 3 adultos con más de 20 años. Los National Institutes of Health estiman que cerca de dos tercios de las personas con más de 65 años en los Estados Unidos tiene presión arterial alta.

El Hospital Israelita Albert Eintein estima que más de 2 millones de casos de hipertensión por año en Brasil, afectando principalmente a los más ancianos. En Brasil, la Sociedad española de Hipertensión estima que 1 de cada 4 adultos sufren de hipertensión, lo que representa el 25% de la población brasileña.

Cuando consideramos sólo los mayores de 60 años, 50% de ellos tienen presión alta. También se estima que alrededor de un 5% de los niños y adolescentes brasileños sufren de hipertensión.

La hipertensión es una enfermedad crónica que puede perdurar por años o la vida entera. Si no es tratada de manera adecuada, la hipertensión puede causar muchos problemas de salud como la pérdida de la visión, enfermedad renal, insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular y otras enfermedades del corazón.

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Cómo funciona la presión arterial

La principal función de la sangre presente en nuestro cuerpo es la de transportar oxígeno por él para que todos los órganos funcionen correctamente. El corazón es un músculo muy importante responsable de bombear todo esto de la sangre por el cuerpo entero.

El oxígeno transportado por la sangre es utilizado por nuestros órganos para desempeñar funciones vitales y así, en determinado momento, la sangre se queda con bajos niveles de oxígeno. Para que los suministros de oxígeno se reponían, la sangre es bombeada a los pulmones, que proporcionan oxígeno para que el ciclo se repita de nuevo para suplir las necesidades de nuestras células.

El bombeo de la sangre por el corazón crea una presión denominada presión arterial, que es la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias. Cuando esta fuerza es muy intensa por un periodo prolongado de tiempo, tenemos la presión alta o hipertensión.

Según la Sociedad española de Hipertensión, una persona hipertensa generalmente presenta presión arterial igual o por encima de 14/9. Si un individuo presentar presión igual o por encima de la 18/11, el caso es gravísimo y la presencia de un médico para evaluar la situación, es indispensable.

Diagnóstico

– Medidas de la Presión Arterial

Para ser diagnosticado como una persona hipertensa, es preciso que la presión arterial alta sea crónica, o sea, es necesario que la persona presente la presión alta durante largos períodos de tiempo, y no sólo una vez.

En una situación de estrés o de peligro, nuestra presión arterial puede sufrir variaciones y estar por encima de los límites de la normalidad, pero si estos son casos aislados, esta variación de presión en situaciones anormales no puede ser diagnosticada como la hipertensión. Así, un individuo sólo puede ser diagnosticado con hipertensión si este evento es recurrente.

Cuando medimos la presión arterial, se analizan dos tipos de presión: la sistólica y la diastólica. Ambas deben ser medidas por un profesional para obtener el diagnóstico correcto.

Para confirmar el diagnóstico de hipertensión, la medida de la presión arterial alta debe ser confirmada varias veces. Una buena sugerencia es variar siempre que sea posible, factores como los periodos del día, días de la semana y los lugares donde se realizan las medidas. Esto porque muchas veces, en una visita al médico, el paciente puede estar ansioso o estresado y esto puede interferir en la precisión de la lectura de la presión arterial.

De este modo, al existir la posibilidad de que el paciente presente hipertensión, la condición debe ser supervisada por un período determinado hasta la confirmación del diagnóstico. En algunos casos, cuando la presión arterial está muy alta y es observado algún daño en un órgano que depende del buen funcionamiento del sistema circulatorio, como el corazón, los riñones, el cerebro o los ojos, el diagnóstico se hace de inmediato y se puede iniciar el tratamiento.

Pruebas Adicionales

El médico también puede solicitar algunas pruebas para auxiliar en el diagnóstico de hipertensión arterial, tales como:

  • Análisis de orina y de sangre: a través de estos exámenes es posible identificar enfermedades asociadas al colesterol, niveles altos de potasio, azúcar en la sangre, infección, glucosa alta y mal funcionamiento de los riñones, por ejemplo.
  • Ejercicio de test de estrés: más comúnmente utilizado para los pacientes con hipertensión menos grave. En esta prueba, el paciente montar una bicicleta estacionaria o camina en una cinta para evaluar el sistema cardiovascular del cuerpo responde al aumento de la actividad física. La prueba registra la actividad eléctrica del corazón, así como la presión arterial del paciente durante el ejercicio. Una prueba de este tipo puede revelar problemas que no son evidentes cuando el cuerpo está descansando.
  • Electrocardiograma: esta prueba evalúa la actividad eléctrica del corazón, y es más comúnmente utilizado para los pacientes con alto riesgo de problemas cardíacos, como la hipertensión y niveles elevados de colesterol. El ECG inicial se llama la línea de base. Los ECG posteriores pueden ser comparados con la línea de base para revelar los cambios que pueden indicar enfermedad de la arteria coronaria o engrosamiento de la pared del corazón.
  • Examen de Holter: en esta prueba, el paciente lleva un dispositivo portátil de ECG que es conectado a electrodos en el pecho por alrededor de 24 horas. Esto sirve para monitorear y evaluar el corazón del paciente sin cambiar su rutina diaria, lo que acaba dando resultados más precisos.
  • Ecocardiograma: en este examen, se utilizan ondas de ultrasonido que muestran el corazón en movimiento. Por medio de él, el médico es capaz de detectar problemas, tales como engrosamiento de la pared del corazón, las válvulas cardíacas defectuosas, coágulos de sangre y el exceso de líquido alrededor del corazón.

Cómo Interpretar la Medida de la Presión Arterial

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg). Para medir la presión arterial, tenemos que determinar dos presiones: la presión sistólica y la diastólica.

Para bombear la sangre, el músculo del corazón se contrae y se dilata en varias ocasiones. La presión sistólica es la presión máxima ejercida por la sangre cuando el músculo del corazón se contrajo. Esto ocurre cuando el ventrículo izquierdo del corazón se contrae. Ya la presión diastólica es la presión mínima muestra cuando el músculo del corazón se ha ensanchado, o sea, cuando el corazón está “descansando” y el músculo sufre una expansión.

Así, la hipertensión arterial es definida cuando el individuo presenta una presión arterial sistólica mayor o igual a 140 mmHg y una presión arterial diastólica mayor o igual a 90 mmHg, conocida popularmente en España como 14/9 (leída como el 14 por 9). El importe que aparece primero es el de la presión sistólica seguido de una barra y el valor de la presión diastólica.

De acuerdo con las normas Brasileñas de la Presión Arterial, la presión arterial puede ser clasificada de acuerdo con la tabla de abajo para adultos mayores de 18 años.

Clasificación dela Presión arterial sistólica (mmHg)Presión arterial diastólica (mmHg)Óptima≤ 120≤ 80Normal< 130< 85Normal limítrofe130 la 13985 la 89Hipertensão ligero

(etapa 1)

140 la 15990 la 99Hipertensão moderada

(etapa 2)

160 la 179100 la 109Hipertensão grave

(etapa 3)

≥ 180≥ 110Hipertensão sistólica aislada≥ 140< 90

Síntomas de la hipertensión

La mayoría de las personas con presión alta no presentan síntomas cuando están en la etapa 1 o 2. Los problemas comienzan a aparecer cuando ya está en la etapa 3, o sea, presenta presión arterial alrededor de 180/110 mmHg o 18/11.

En adultos, los síntomas de la presión alta por lo general incluyen:

  • Dolor de cabeza que dura varios días;
  • Náuseas, malestares estomacales y en los casos más graves hasta el vómito;
  • Sensación de inestabilidad como mareos y vértigo;
  • Epistaxe: sangrado por la nariz;
  • Sensaciones de latidos como un latido irregular, arritmia cardíaca o ritmo cardíaco fuerte;
  • Eventos de disnea y la falta de aire.

En niños y adolescentes con presión arterial alta, es posible la ocurrencia de los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza;
  • La fatiga;
  • Visión borrosa;
  • Hemorragias nasales;
  • La parálisis de Bell: la incapacidad de controlar los músculos faciales en un lado de la cara.

Ya en los recién nacidos y los bebés muy jóvenes con hipertensión pueden experimentar los siguientes signos y síntomas:

  • Dificultades para ganar peso;
  • Convulsión;
  • Irritabilidad;
  • Letargo: el sueño profundo o lentitud para responder a los estímulos;
  • Trastorno respiratorio.

Complicaciones Causadas por la Hipertensión

Las personas que son diagnosticadas con presión alta deben tener la presión arterial controlada con frecuencia para el control y tratamiento adecuados. Cuando la hipertensión no tratada o controlada de manera adecuada, la presión excesiva en las paredes de las arterias puede dañar los vasos sanguíneos, causando enfermedades cardiovasculares y daños a órganos vitales.

La extensión de estos daños depende básicamente de dos factores: la gravedad de la hipertensión y hace cuánto tiempo no es tratada de la forma correcta. De acuerdo con la gravedad de la situación, es posible que ocurran las siguientes complicaciones:

– Accidente Vascular Cerebral (AVC)

En un DERRAME cerebral, el flujo de sangre al cerebro se ve afectado por el bloqueo o ruptura de una arteria. Debido a la falta de oxígeno que debe ser transportado por la sangre, las células cerebrales mueren.

– Ataque al corazón

En un ataque al corazón, el músculo cardíaco muere debido a una pérdida de suministro de sangre y, por tanto, de oxígeno.

– Insuficiencia cardiaca

En la insuficiencia cardiaca, el corazón no tiene fuerzas para bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades de todo el cuerpo. Esto sucede porque, en casos de presión alta, el corazón gasta mucha energía para bombear la sangre y esto hace que el músculo del corazón espese y pierda eficacia.

– Coágulo de sangre

En los casos en que la sangre se vuelve más grueso, parte de él, pasa del estado líquido a sólido. Algunos de los coágulos de sangre pueden causar serias complicaciones, como la generación de trombosis.

– Aneurisma

En un aneurisma, un bulto que se forma en la pared de una vena, arteria o en el corazón. Debido a esta protuberancia, la pared se encuentra debilitada, y se puede romper, interrumpiendo la circulación de la sangre en la región.

– Enfermedad renal

La hipertensión muchas veces puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones, resultando en los riñones que no funcionan correctamente. Finalmente, los riñones pueden fallar por completo, causando la insuficiencia renal.

– Ojos (retinopatía hipertensiva)

La hipertensión no tratada puede ser gruesos, estrechar o incluso “rasgar” de los vasos sanguíneos en los ojos y en un caso grave, esto puede llevar a la pérdida de visión.

– Síndrome metabólico

El síndrome metabólico es un desorden del metabolismo del cuerpo, incluyendo la cintura aumentada, bajos niveles de HDL en la sangre (colesterol “bueno”), hipertensión y altos niveles de insulina. Si el paciente tiene hipertensión, es más probable que haya otros componentes del síndrome metabólico, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar diabetes, accidente cerebrovascular y enfermedades cardíacas.

– Problemas cognitivos y de memoria

Si la presión arterial alta no tratada, existe la posibilidad de que la capacidad del paciente de recordar cosas, aprender y comprender los conceptos puedan ser afectados.

Causas de la hipertensión

La presión arterial puede estar elevada por varios motivos, como el estrechamiento de los vasos sanguíneos, que reducen el espacio por donde la sangre puede circular, causando un aumento de la presión o el aumento del volumen y/o la viscosidad de la sangre.

La presión arterial alta puede ser dividida en dos categorías de acuerdo con sus causas:

  1. Hipertensión esencial: es la condición en la que ninguna causa específica fue identificada.
  2. La presión arterial alta secundaria: es el caso en que la presión alta se produce en respuesta a una enfermedad renal o una medicación específica que el paciente está tomando.

Aunque no haya ninguna causa identificable para la hipertensión arterial esencial, hay fuertes evidencias que conecta algunos de los factores de riesgo de la probabilidad de desarrollar la condición, que se enumeran a continuación:

– Edad

Cuanto más viejo se es, mayor es el riesgo de tener presión alta. Las estadísticas muestran que las personas mayores de 60 años lideran los casos de hipertensión registrados en Brasil y en el mundo. Con el pasar de los años, de los vasos sanguíneos que van haciéndose más estrechos, y esto puede llevar a un aumento de la presión sanguínea debido a la disminución del espacio por donde la sangre circula, y causar la hipertensión.

– Histórico de la familia

Las posibilidades de desarrollar hipertensión son significativamente mayores cuando hay familiares que sufren o han sufrido de la enfermedad. Un estudio científico de la Universidad de Glasgow, en Escocia, demostró que hay por lo menos 8 diferencias genéticas comunes que pueden estar relacionadas con el aumento del riesgo de hipertensión.

Los genes identificados en el estudio pueden influir en la presión arterial de diversas maneras, como a través de la producción de sustancias químicas llamadas esteroides, que afectan el modo como los riñones procesan la sal ingerida o como los vasos sanguíneos que regulan la presión arterial, por ejemplo.

– La Temperatura del entorno

Un estudio realizado en Francia y publicado en la revista científica Archives of Internal Medicine supervisó 8.801 participantes con edad superior a 65 años y encontró que los valores de la presión arterial sistólica y diastólica difirieron significativamente a lo largo del año de acuerdo con la temperatura ambiente exterior.

Se ha comprobado que la presión arterial registrada en los ancianos es menor cuando se puso más caliente, y subió cuando se hizo más frío. Una posible explicación para estos resultados, según el Profesor Frank Ruschitzka del Hospital Universitario de Zúrich y miembro de la Sociedad Europea de Cardiología, sería la llamada de hoy, entre los niveles de vitamina D y la presión arterial.

La exposición limitada a la luz solar puede causar deficiencia de vitamina D, y a su vez, la vitamina D está relacionada con la predisposición a la hipertensión. Un informe publicado en 2008 del Estudio del Corazón de Framingham en estados UNIDOS encontró que la deficiencia de vitamina D casi duplica el riesgo de infarto de miocardio, ICTUS e insuficiencia cardiaca.

– Etnia

Pruebas estadísticas indican que las personas con ascendencia africana o del sur de asia tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión, en comparación con las personas con ancestros predominantemente caucásicos o nativos (indígenas).

Se observa que los afroamericanos desarrollan hipertensión arterial en edades más jóvenes que los otros grupos en los estados UNIDOS. Además, son más propensos a desarrollar complicaciones relacionadas con la presión arterial alta. Estos problemas incluyen accidente cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera, demencia y las enfermedades cardíacas.

Hasta ahora, los científicos no saben explicar a ciencia cierta el motivo de esta nota, pero creen que la hipertensión en afroamericanos puede ser desencadenada por los siguientes factores:

  1. Factores genéticos: Los investigadores descubrieron que, en estados UNIDOS, los negros responden de manera diferente a los medicamentos de la presión alta en relación a otros grupos de personas y también parecen ser más sensibles a la sal, lo que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  2. Factores ambientales: Algunos científicos creen que la presión arterial alta en los afroamericanos se produce debido a factores únicos relacionados con la experiencia de los negros en los estados UNIDOS. Los negros en todo el mundo tienen ningún tipo de presión arterial alta que son similares a los blancos. En estados UNIDOS, sin embargo, la diferencia es radical: el 41% de los negros tienen presión arterial alta, en comparación con el 27% de los blancos.Además, los negros en los estados UNIDOS son más propensos a tener exceso de peso que los negros en otros países. Algunos expertos afirman que los factores sociales y económicos – incluyendo la discriminación y la desigualdad económica – son responsables de esta diferencia.

– La obesidad y exceso de peso

Personas con exceso de peso o son obesos son más propensos a desarrollar hipertensión, en comparación con las personas de peso normal. Esto porque la acumulación de grasa alrededor de los órganos, como el corazón puede perjudicar el buen funcionamiento del organismo y causar un aumento de la presión arterial.

– Género

En general, la presión arterial alta es más común entre los hombres adultos que las mujeres adultas. Sin embargo, a partir de los 60 años, hombres y mujeres son igualmente susceptibles a la enfermedad.

– La inactividad física

La falta de ejercicio, así como tener un estilo de vida sedentario aumenta el riesgo de hipertensión. Esto, porque la inactividad física puede llevar al exceso de peso que, junto con los hábitos alimentarios no saludables, conduce a la obesidad y otros problemas de salud.

– Fumar

Fumar hace que los vasos sanguíneos se estreitem, lo que resulta en una mayor presión arterial. Fumar también reduce la cantidad de oxígeno en la sangre y así, el corazón se ve obligado a bombear más rápido para compensar esa falta de oxígeno, causando un aumento de la presión arterial.

– Ingesta de alcohol

Las personas que consumen bebidas alcohólicas regularmente tienen mayor presión arterial sistólica de que las personas que no lo hacen, de acuerdo con los investigadores. Ellos encontraron que los niveles de presión arterial sistólica es de alrededor de 7 mmHg mayor en consumidores frecuentes que en las personas que no ingieren alcohol.

– Ingesta elevada de sal

Los investigadores señalaron que en las sociedades donde las personas no se comen mucho la sal hay menos casos de presión arterial alta que en los lugares donde las personas comen grandes cantidades de sal. El sodio presente en la sal hace que el cuerpo retener más líquido. Esto hace que el volumen de fluidos en los vasos sanguíneos aumente, lo que también aumenta la presión arterial.

– Dieta rica en grasas

Muchos profesionales de la salud dicen que una dieta rica en grasas conduce a un alto riesgo de presión arterial alta. Sin embargo, la mayoría de los nutricionistas insisten en que el problema no es cuánta grasa se consume, pero sí los tipos de grasa.

Las grasas no saturadas procedentes de plantas como aguacates, nueces, aceite de oliva y de los aceites son excelentes fuentes de grasas, ya que son células importantes en el organismo, incluso en nuestro cerebro. Ya las grasas saturadas, que son comunes en los alimentos de origen animal, así como las grasas trans, no son tan buenas así, porque pueden aumentar el colesterol y causar hipertensión.

– Estrés mental

Varios estudios han presentado pruebas convincentes de que el estrés mental, especialmente a largo plazo, puede tener un serio impacto en la presión arterial. Un estudio sugirió que la forma en que los controladores de tráfico aéreo, por ejemplo, lidian con el estrés puede afectar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial más tarde en la vida.

– Diabetes

Las personas con diabetes están en mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Entre los pacientes con diabetes tipo 1, el nivel alto de azúcar en la sangre es un factor de riesgo para la hipertensión incidente. Un control de azúcar en la sangre eficaz y coherente, con la insulina, reduce el riesgo a largo plazo de desarrollar hipertensión.

Las personas con diabetes tipo 2 están en riesgo de hipertensión debido al alto nivel de azúcar en la sangre, así como otros factores, como el sobrepeso y la obesidad, uso de ciertos medicamentos y algunas enfermedades cardiovasculares.

– Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad del sistema inmunológico que aparece en la piel en forma de gruesas manchas escamosas rojas. Un estudio que acompañó a 78.000 mujeres durante 14 años descubrió que tener psoriasis estaba vinculado a un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial y diabetes.

– Embarazo

Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión que las mujeres de la misma edad que no están embarazadas. Es el problema médico más común durante el embarazo, lo que complica de 2 a 3% de todos los casos de embarazo.

El tratamiento de la Hipertensión

El tratamiento de la presión alta depende de varios factores, tales como la gravedad y los riesgos asociados al desarrollo de complicaciones como derrame cerebral o enfermedades cardiovasculares.

Si la presión arterial del paciente está sólo ligeramente elevada, el médico puede sugerir algunos cambios de estilo de vida. En estos casos, el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular es considerado pequeño y sólo cambios de hábitos pueden resolver el problema.

Cuando la presión arterial del paciente es moderadamente alta, los médicos creen que el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares durante los próximos 10 años por encima del 20% y además de los cambios de estilo de vida, el paciente debe hacer un tratamiento con la medicación prescrita por el médico.

En casos de hipertensión grave, como cuando los niveles de presión arterial son 180/110 mmHg o más, el médico llevará al paciente a un especialista cardiólogo.

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida que se describen a continuación pueden ayudar a reducir la presión arterial alta.

– La práctica regular de ejercicios físicos

Practicar una actividad física por 30 a 60 minutos con una frecuencia de 5 días por semana generalmente disminuye la presión arterial de una persona en 4 a 9 mmHg. Los beneficios del ejercicio físico son visibles y los resultados aparecen entre 2 a 3 semanas, especialmente si tu estilo de vida es sedentario.

Es importante verificar con su médico qué tipo de actividad física es adecuada para usted, siempre teniendo en cuenta que el ejercicio tiene que ser adaptado a las necesidades y a la salud del paciente.

– Reducir el consumo de alcohol

Las personas que beben más que cantidades moderadas de alcohol casi siempre experimentan niveles altos de presión arterial. Además, el consumo de alcohol puede influir y afectar la acción de los medicamentos contra la hipertensión.

– Tener una alimentación saludable

Para la salud de una forma general, es necesario tener una dieta saludable con un alto consumo de frutas y verduras, hidratos de carbono no refinados, de buena calidad, aceites vegetales y aceites esenciales del tipo omega 3 y 6. Es importante tratar de disminuir el consumo de productos animales debido a la cantidad de grasa presente en estos alimentos.

– Reducción de la ingesta de sal (sodio)

Los estudios han demostrado que una reducción moderada en la ingesta de sodio puede reducir los niveles de presión arterial en 2 a 8 mmHg.

Un estudio descubrió que la mayoría de los estadounidenses son diagnosticados con hipertensión todavía consume más que los niveles recomendados de sal. Un informe publicado en marzo de 2009 por el centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de estados UNIDOS, sugiere que 7 de cada 10 estadounidenses adultos deben limitar su ingesta de sodio a 1.500 mg por día (alrededor de 2/3 de una cucharadita de sal).

– A Perder peso

Estudios han revelado que incluso la pérdida de peso moderada, de hasta 10 kg de peso, puede tener un impacto significativo en la reducción de la presión arterial alta. Una persona con sobrepeso que comienza a perder peso, y se acerca a su peso ideal tiende a reducir su presión arterial.

Además, cualquier medicación para la presión alta que se toma se hace más eficaz cuando el paciente pierde peso. Para alcanzar el peso ideal, es necesario mantener una buena combinación de ejercicios, dieta saludable y el sueño de buena calidad.

– Reducir el consumo de cafeína

Hay decenas de estudios que señalan que la cafeína tiene un impacto en la presión arterial. Algunos resultados son contradictorios, sin embargo, los investigadores del Hospital Henry Ford descubrieron que los adultos sanos que consumen dos latas por día de una popular bebida energética con cafeína experimentaron un aumento en su presión arterial y frecuencia cardiaca.

Ellos creen que los niveles de cafeína y taurina en bebidas energéticas podría ser responsable de estos aumentos. Todos los investigadores están de acuerdo en una cosa: el consumo excesivo de cafeína no es buena para las personas que tienen hipertensión. Por lo tanto, se recomienda un consumo consciente de cafeína, ya que esta sustancia está presente no sólo en el café, pero en productos como té, refrescos y chocolates.

– Relajarse

Los investigadores del Hospital General de Massachusetts han descubierto que las técnicas de relajación pueden mejorar significativamente el tratamiento del tipo de hipertensión más común en los ancianos.

El Harvard Women’s Health Watch informó de que, en un estudio, la técnica tai chi chuan, que es un arte marcial chino relajante, ha aumentado significativamente la capacidad de practicar ejercicios, disminuyó la presión arterial y mejoró los niveles de colesterol, triglicéridos e insulina en un grupo de personas con alto riesgo de enfermedad cardiaca.

– Dormir

Científicos de la Universidad de Chicago informaron después de que el monitoreo de más de 500 personas de mediana edad durante 5 años que no dormir lo suficiente puede aumentar el riesgo de una persona de desarrollar hipertensión arterial.

Algunos estudios han sugerido que los adultos deben dormir entre 7 a 8 horas por noche. En 2008, la Academia Americana de Medicina del Sueño ha publicado un estudio que sugiere que las personas con la duración del sueño, por encima o por debajo del recomendado de 7 a 8 horas por noche se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar hipertensión.

Medicamentos

Existen varios medicamentos antihipertensivos en el mercado hoy en día. Algunos pacientes pueden necesitar tomar una combinación de diferentes medicamentos para controlar eficazmente la presión arterial alta. Otros pueden necesitar usar medicamentos para controlar la hipertensión para el resto de sus vidas.

En cualquiera de los casos, es imprescindible consultar a un médico especialista. Sólo él será capaz de recomendar la interrupción del tratamiento si el paciente ha podido mantener buenos niveles de presión arterial durante un período de tiempo determinado sin riesgos para la salud.

En un estudio, los científicos del Instituto de Investigación Robarts de la Universidad de Western, en Ontario, canadá, descubrieron que los pacientes que realmente tienen un mayor control de su presión alta cuando son tratados con menos medicación. Sin embargo, incluso observando una mejora, es necesario consultar a un médico para reducir la dosis o interrumpir el tratamiento con seguridad.

Los medicamentos más comunes para el tratamiento de la presión alta son los que se describen a continuación:

– Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina II (ECA)

La angiotensina II es una enzima que hace que las arterias se contraigan, y aumenta el volumen sanguíneo, lo que resulta en un aumento de la presión arterial. Al inhibir las acciones de la angiotensina II, los inhibidores de la ECA ayudan a reducir el volumen sanguíneo y aumentar las arterias, causando la caída de la presión arterial.

Personas con un historial de enfermedad cardiaca, mujeres embarazadas o personas con enfermedades renales o con condiciones que afectan el suministro de sangre a los riñones no deben tomar los inhibidores de la ECA, ya que pueden reducir el suministro de sangre a los riñones, lo que los hace menos eficientes. Exámenes regulares de sangre son generalmente realizados en pacientes para controlar el efecto del medicamento.

Algunos efectos secundarios del medicamento pueden incluir: mareo, fatiga, debilidad, dolores de cabeza y tos seca persistente. Todos estos efectos desaparecen después de unos días. Si persiste, el médico debe cambiar el medicamento para una similar que produzca los mismos beneficios.

Los efectos de los inhibidores de la ECA pueden ser modificados si se toman con otros medicamentos, por lo que siempre hable con su médico acerca de otros medicamentos que esté tomando.

– Los Bloqueadores de los canales de calcio

Los bloqueadores de canales de calcio (BCCs) actúan como vasodilatadores, esto es, aumentan el volumen de los vasos sanguíneos. Él actúan relajando el músculo vascular de modo que no se contrae tan fuertemente, lo que resulta en la ampliación de las arterias, lo que disminuye la presión arterial.

Pacientes con antecedentes de enfermedad cardíaca, enfermedad hepática, problemas de circulación no deben tomar bloqueadores de los canales de calcio. Los BCCs pueden tener los siguientes efectos secundarios que suelen desaparecer en unos días: enrojecimiento de la piel (generalmente en las mejillas o el cuello), dolor de cabeza, edema e hinchazón en los tobillos y pies, mareo, fatiga, erupción cutánea.

– Diuréticos de tiazida

Los diuréticos de tiazida actúan en los riñones para ayudar al cuerpo a eliminar el sodio y el agua, resultando en un menor volumen de sangre. Este menor volumen disminuye la presión de la sangre en las arterias, disminuyendo la presión arterial.

Los diuréticos de tiazida, pueden causar algunos efectos secundarios como: hipocalemia (bajo contenido de potasio en la sangre que puede afectar al riñón y funciones cardíacas), la deficiencia de la tolerancia a la glucosa (aumentando el riesgo de diabetes) y la impotencia o la disfunción eréctil.

Los pacientes que toman diuréticos de tiazida deben hacer exámenes regulares de sangre y orina para controlar los niveles de azúcar y de potasio en la sangre.

– Beta-bloqueantes

Los beta-bloqueantes eran ampliamente utilizados para el tratamiento de la hipertensión, pero su uso ha disminuido debido a sus efectos secundarios más fuertes que las de otros medicamentos hipertensión actuales. Por este motivo, hoy son recetadas sólo cuando otros tratamientos no funcionan.

Los beta-bloqueantes disminuyen la tasa de ritmo cardiaco, así como reducen la fuerza del corazón y esto se traduce en una caída en la presión arterial. Sin embargo, esta reducción de los latidos del corazón puede ser peligroso y por eso ya no es tan frecuente.

Uno de los efectos secundarios observados para el medicamento, se encuentran: fatiga, manos y pies fríos, ritmo cardiaco lento, náuseas y diarrea.

– Inhibidores de la renina

Este inhibidores reducen la producción de renina, que es una enzima producida en los riñones. La renina se dedica a la producción de una sustancia en el organismo llamada angiotensina I. La angiotensina I se convierte en la hormona angiotensina II, que estrecha los vasos sanguíneos. Al bloquear la producción de angiotensina I, los niveles de angiotensina I y angiotensina II caen. Esto provoca la ampliación de los vasos sanguíneos, lo que resulta en una caída en la presión arterial.

Como es un medicamento relativamente nueva, aprobada sólo en 2007 en los estados UNIDOS, su uso y su posología aún están siendo determinadas correctamente para pacientes con hipertensión. Los efectos secundarios observados hasta el momento son: diarrea, mareo, síntomas como los de la gripe, cansancio y tos.

– Alfabloqueadores

Algunos pacientes aún pueden tener problemas para alcanzar niveles deseables de la presión arterial después de ser tratados con las drogas mencionadas hasta aquí. Si esto sucede, el médico puede prescribir alfabloqueadores, que reducen los efectos de los productos químicos naturales que restringen o estrechan los vasos sanguíneos, actuando así como los bloqueantes de canales de calcio, como un vasodilatador.

Sin embargo, este medicamento causa taquicardia y es poco recomendado por los médicos. Así, si los medicamentos anteriormente mencionados, y/o sus combinaciones no son eficaces, el médico debe ser consultado. Además, las interacciones entre medicamentos pueden ocurrir y causar efectos secundarios no deseados o enfermedades. Es indispensable advertir a su médico sobre cualquier otro medicamento que esté utilizando.

Consejos

En algunos casos, la hipertensión no presenta síntomas. Para prevenir la enfermedad, lo ideal es mantener un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada con la ingesta de menos la sal y la práctica regular de ejercicios.

La Sociedad española de Hipertensión da algunos consejos útiles para prevenir el desarrollo de la hipertensión. Se recomienda medir la presión arterial al menos una vez por año, practicar ejercicios físicos todos los días, evitar la obesidad, adoptar una dieta equilibrada y saludable, reducir o eliminar el consumo de alcohol, no practicar el hábito de fumar y evitar situaciones de estrés. En caso de diagnóstico de la enfermedad, es imprescindible seguir las orientaciones de los profesionales de la salud y nunca interrumpir el tratamiento médico sin motivo.

Referencias adicionales:

Usted ha sido diagnosticado con algún grado de hipertensión después de realizar las medidas? Alguien de su familia tiene la condición? Un comentario a continuación!

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Dr Pablo Gonzales

Mi nombre es Dr Pablo Gonzales, idealista del portal Saúde Responde. Mi objetivo es ayudar a las personas interesadas en saber más sobre salud, nutrición, enfermedades, consejos para bajar de peso, ejercicios que ayuden a mejorar su calidad de vida.

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