Un estudio publicado a principios de junio de este año en BJOG: an International Journal of Obstetrics and Ginecología (BJOG: un Diario Internacional de Obstetricia y Ginecología, traducción libre) descubrió que las mujeres que practican ejercicios físicos moderados durante su embarazo tienen menor tendencia a desarrollar diabetes gestacional y tienen su ganancia de peso reducido.
La investigación fue realizada por científicos españoles que hicieron una evaluación sistemática de los exámenes realizados en 2.800 mujeres embarazadas y saludables, participantes de 13 experimentos y que tenían la costumbre de practicar ninguna o poca actividad física.
Al analizar estas pruebas, los investigadores han determinado que el riesgo de desarrollar diabetes gestacional para las mujeres que se exercitavam era un 30% menor. Si esas mujeres hubieran practicado actividad física en el transcurso de la gestación, esta reducción fue aún mayor: de 36%. Los mejores efectos se han observado en las embarazadas que mezclaron entrenamientos de fortalecimiento, tonificación, flexibilidad y ejercicios aeróbicos.
En relación a la ganancia de peso durante el embarazo, los estudiosos se dieron cuenta de que las futuras mamás que tenían el hábito de hacer ejercicio eran un kilo más magras, en promedio. El efecto puede ser experimentado incluso por mujeres que iniciaron el entrenamiento moderado en el segundo trimestre de su gestación.
La investigadora líder del estudio, Gema Sanabria-Martínez, del Hospital Virgen de la Luz, en España, hizo hincapié en que la práctica de actividades físicas a lo largo del embarazo es algo que no puede ser temido. “Niveles moderados de ejercicio utilizados en estos estudios tienen efectos significativamente positivos en la salud y fueron clasificados como seguros tanto para la madre como para el bebé”, explicó.
“Esta cuidadoso análisis de estudios previos ha demostrado un efecto beneficioso de los ejercicios en mujeres embarazadas sanas que normalmente hacían poco o ningún ejercicio. Esto puede influir en las recomendaciones en relación al ejercicio de estas gestantes. Más estudios son necesarios para determinar si este efecto puede ser o no visto en todas las mujeres embarazadas”, agregó el editor-jefe adjunto del periódico donde el estudio fue divulgado, Mike Marsh.
La diabetes gestacional es uno de los problemas más comunes que pueden ocurrir durante la gestación, además de ser una peligrosa complicación. Ella se asocia a un mayor riesgo en la aparición de otras condiciones como la pre-eclampsia – enfermedad caracterizada por el aumento de la presión arterial en la mujer embarazada, hipertensión, parto prematuro y la necesidad de inducir el parto o realizar una cesárea.
Tras el nacimiento del niño, la diabetes gestacional puede traer efectos a largo plazo como el desarrollo de intolerancia a la glucosa y diabetes tipo 2 para las madres y una mayor probabilidad de los hijos de tener sobrepeso o ser obesos, además de sufrir un aumento en el riesgo de sufrir diabetes.
Ganar más peso que el recomendado por el médico durante el embarazo no sólo trae los mismos riesgos que la diabetes gestacional, como también hace que la probabilidad de perder ese exceso de peso después de dar a luz sea menor.
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