Condición que se caracteriza por el alejamiento de ciertos músculos abdominales, la diástase abdominal puede alcanzar hasta el 30% de las mujeres en el post-parto.
A pesar de estos números, sin embargo, veremos a continuación que no son sólo las mujeres embarazadas que sufren con la enfermedad que, si no se trata, puede causar problemas estéticos a los dolores de espalda.
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Conocida como diástase del músculo recto abdominal o diástase abdominal post embarazo, la diástase se presenta en forma de un estiramiento causado por el debilitamiento de la musculatura abdominal.
Durante la gestación, el útero en expansión provoca un alargamiento de los músculos abdominales, lo que puede causar una separación de los dos grupos musculares que se encuentran en la región central del abdomen. En el lugar donde los dos músculos se separaron puede pasar a haber un abultamiento o de una especie de “espacio” donde el estómago se hace más abultado.
De manera simplificada, es como si hubiera una línea más profunda entre los pechos y el ombligo que separase el abdomen verticalmente en dos.
En general, la diástase tiene inicio durante la gestación, aunque es más notable inmediatamente después del parto. Y a pesar de la separación entre los músculos empezar a disminuir en los meses que siguen al nacimiento del bebé, un par de centímetros de separación pueden estar presentes por mucho más tiempo.
Una de las principales causas de la diástase abdominal es la falta de fortalecimiento de los músculos abdominales. Y muy a pesar de que el embarazo sea uno de los principales factores de riesgo asociados a la diástase abdominal, la condición también puede ser causada por el ejercicio abdominal intenso, rápido aumento de peso y el levantamiento excesivo de peso.
Otros factores de riesgo para la diástase abdominal:
Los síntomas de la diástase abdominal más frecuentes suelen ser dolor en la región lumbar y en las nalgas y la aparición de un bulto en el medio del abdomen cuando se hace algún tipo de esfuerzo (como al toser, sentarse o ponerse de pie).
Para saber si usted tiene diástase, acuéstese en el suelo y flexione el tronco ligeramente hasta quedar en un ángulo de 45 grados. Cuando está en esa posición, pase la mano sobre el abdomen y comprobar la presencia de un pequeño espacio que separa los dos lados de la musculatura abdominal.
Un espacio de uno a dos dedos puede ser considerado normal y muy probablemente devolverá al patrón pre-embarazo con algunos ejercicios específicos. Ya una distancia de 3 a 4 dedos entre los músculos puede ser indicativa de diástase abdominal más grave, situación que necesita de una atención especial.
En el siguiente video (en inglés) da consejos de cómo hacer el autoexamen de la diástase abdominal post-embarazo.
Aunque al medir el tamaño del espacio entre la musculatura abdominal usted pueda tener una idea de la gravedad del cuadro, sólo un médico puede, de hecho, dar el diagnóstico final de su condición a través de un ultrasonido o tomografía.
Vale la pena recordar que, como el cuerpo necesita de un cierto tiempo para volver a la normalidad después del parto, se recomienda hacer el test sólo seis meses después del nacimiento del bebé.
El tratamiento de la diástase abdominal dependerá de la severidad de la condición. En las situaciones de una diástase ligero – de hasta 2 dedos de separación – es posible revertir el cuadro con ejercicios de fortalecimiento hechos en casa o procedimientos estéticos, a menos complejos, como el drenaje linfático, privados de españa o incluso la tradicional acupuntura.
El drenaje linfático puede ser muy útil para la mujer que está tratando de recuperar la forma en la post-parto, ya que ayuda a reducir la retención de líquidos y disminuye el aspecto hinchado de la región abdominal.
Ya para las situaciones en las que el músculo se encuentra ampliamente dividido, la opción puede ser el tratamiento quirúrgico para realinear la musculatura. Echa un vistazo a cómo funcionan los ejercicios y la cirugía para la diástase abdominal.
Uno de los mitos más comunes sobre la diástase abdominal, es que ella no tiene cura en ninguna situación. En realidad, no sólo es posible minimizar el riesgo de la enfermedad como también hay maneras de disminuir el espacio entre los músculos abdominales a través de ejercicios localizados (en los casos de diástase más grave de los ejercicios pueden atenuar, pero no revierten el marco).
El fortalecimiento del músculo abdominal más profundo, conocido como el músculo transverso del abdomen, puede ayudar a prevenir la diástase abdominal y también disminuir el espacio entre los músculos.
Ver algunos ejercicios para prevenir y tratar la diástase abdominal:
1. Fortalecimiento Pélvico (ejercicios de Kegel)
2. Rotación Invertida de Tronco
3. Sentado Invertido
Los videos a continuación traen otros ejemplos de ejercicios para la diástase abdominal que pueden realizarse antes, durante y después de la gestación:
1. Prevención
Haga clic para ver el video
2. Compresión abdominal
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3. Compresión abdominal con elevación de la pelvis
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4. Desplazamiento del tronco
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La cirugía debe ser considerada sólo como el último recurso para el tratamiento de la diástase abdominal, ya que es un procedimiento invasivo que requiere de anestesia y puede traer riesgos para la paciente.
La técnica más común para la cirugía de diástase abdominal consiste en una incisión en la parte inferior del abdomen, que promueve el desprendimiento del tejido hasta la altura del ombligo – o, en casos específicos, hasta un poco más arriba.
Después del corte, el cirujano plástico le hará un acercamiento de los músculos retoabdominais, que serán fijados por una piel que recubre la musculatura abdominal de forma similar a una cinta.
Durante el procedimiento también es posible reducir el volumen del abdomen y restablecer la cintura, gracias a la realización de la abdominoplastia asociada a la cirugía de diástase abdominal.
El tiempo de recuperación de la cirugía es muy individual y depende del grado de diástase y del potencial de cicatrización de cada organismo, pero en general son necesarios algunos meses para que el cuerpo vuelva a su forma pre-embarazo.
A pesar de no ser posible evitar la diástase abdominal en el 100% de los casos, uno de los mejores tratamientos para la condición es la prevención.
Ejercicios moderados que fortalezcan los músculos recto abdominal y un mayor cuidado con la nutrición (con el fin de evitar el exceso de peso durante la gestación, pueden ayudar a reducir los riesgos de la aparición del problema.
Evitar la práctica de ejercicios de alta intensidad y dejar un intervalo de al menos dos años entre los embarazos también puede ayudar a disminuir el riesgo del surgimiento de la diástase abdominal.
Referencias adicionales:
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