La yuca de mesa o mandioca mansa también puede ser llamada yuca o mandioca, de acuerdo con la región del Brasil en la que se encuentra.
El alimento es conocido por ser una fuente de nutrientes importantes para que nuestro organismo funcione correctamente, como los hidratos de carbono, fibras, calcio, fósforo, hierro, potasio, vitamina A, vitaminas del complejo B y la vitamina C.
La yuca puede ser consumido cocido o frito, además de aparecer en las recetas de pasteles, tartas, purés, coxinhas, galletas saladas, lasañas, «escondidinhos», roscas y soufflés, por ejemplo.
Pero será que todos pueden consumir el alimento tranquilamente en sus comidas del día a día? ¿Es verdad o mentira que el diabético puede comer yuca?
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¿Qué es la diabetes?
Para que podamos entender si el diabético puede comer yuca o no, antes, tenemos que estar más familiarizados con lo que es esta condición.
La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por la producción o por la utilización inadecuada de la hormona insulina por parte del organismo. Esta hormona es responsable por el control de la cantidad de glucosa en la sangre y es necesario para el cuerpo, para que pueda utilizar la glucosa obtenida por medio de la alimentación como fuente de energía.
Lo que ocurre en la enfermedad, es que la glucosa no se utiliza adecuadamente y su nivel es alto, provocando la llamada hiperglucemia. Entre los síntomas de la enfermedad, se encuentran: muchas idas al baño, sobre todo en el período nocturno, sensación de mucha sed, más cansancio de lo habitual, pérdida de peso sin tratar, picazón o candidiasis genital, cortes y heridas que tardan más tiempo para ser sanados y visión borrosa.
Al presentar estos síntomas, es fundamental buscar el médico para averiguar si tiene o no la condición y dar inicio al tratamiento adecuado. Porque la enfermedad puede provocar una serie de complicaciones cuando no es tratada.
Por ejemplo, la permanencia del cuadro de hiperglucemia por largos períodos de tiempo puede causar daños en órganos, vasos sanguíneos y nervios del organismo. Además, la diabetes puede traer otras complicaciones como la enfermedad renal, daño a los nervios, la mala circulación, entumecimiento, dolor, debilidad y pérdida de sensibilidad en los pies y miembros inferiores, la piel seca, la aparición de callos y problemas en los ojos.
Pero la lista no termina ahí, la enfermedad también puede causar presión arterial alta, el aumento de las probabilidades de tener un accidente vascular cerebral (AVC), el síndrome hiperosmolar no cetótica (SHNC, que se caracteriza por hiperglucemia, extrema deshidratación y alteración del nivel de conciencia, según el Manual de MSD) y gastroparesia (demora en el vaciado del estómago).
En vista de todos estos riesgos, es fundamental seguir correctamente el tratamiento prescrito por el médico. La información es de la Sociedad Brasileña de Diabetes (SBD) y de la Asociación Americana de Diabetes y la Diabetes UK, institución benéfica del Reino Unido, centrada en las personas afectadas por la diabetes.
Y entonces, ¿será que el diabético puede comer yuca?
El yuca presenta una cantidad importante de hidratos de carbono en su composición. Una porción de 100 g de yuca cocida contiene aproximadamente 29,5 g de carbohidratos, mientras que 100 g de yuca frita llevan 32,4 g de carbohidratos.
Según la Asociación Americana de la Diabetes, el conteo de carbohidratos es una de las diversas alternativas de dieta para controlar los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre de los diabéticos, utilizada con más frecuencia por las personas que toman insulina dos veces o más cada día.
El método implica contar la cantidad en gramos de carbohidratos de cada comida, combinando con la dosis de insulina. Según la institución, con el equilibrio correcto de la práctica de actividades físicas y del uso de la insulina, el conteo de carbohidratos puede ayudar a controlar las tasas de glucosa en la sangre.
Sin embargo, la Asociación Americana de la Diabetes, destacó que la cantidad de carbohidratos que cada diabético puede consumir en cada comida debe ser definida en conjunto con el médico responsable del tratamiento. O sea, el límite es individualizado, según las necesidades de cada paciente.
Por lo tanto, al ser diagnosticado con diabetes, el paciente debe preguntar al médico y/o nutricionista acerca de cuál es el límite de carbohidratos que se puede consumir en cada comida y, teniendo estos valores en las manos, podrá establecer, con la ayuda de los profesionales, que porción de yuca se puede poner en su plato.
Teniendo en cuenta que la yuca es rica en carbohidratos, ya podemos imaginar que esa porción sin duda será moderada, sobre todo si el plato o la comida en cuestión ya contienen otra fuente del nutriente. Pero eso no quiere decir que sea mentira que el diabético puede comer yuca. Él simplemente tiene que organizarse a la hora de incluir el alimento en una comida.
Por ejemplo, si el paciente desea consumir arroz y yuca en un solo plato, va a tener que saber combinar, disminuyendo las porciones de los dos alimentos o elegir sólo uno de ellos para su comida.
Además, vale considerar consumir la mandioca junto con una fuente de proteína (con carne de olla, carne molida de res, carne de sol, por ejemplo) y/o adición de una fuente de grasa (mantequilla, aceite de oliva, en el propio cocción). De esta forma, el organismo es capaz de absorber de manera más lenta, el carbohidrato presente en la yuca.
Atención
Este artículo no puede servir como base para el tratamiento de la diabetes, porque él tiene el único propósito de informar, no de sustituir la prescripción de un médico.
Por lo tanto, si usted ha sido diagnosticado con diabetes, debe hablar con el médico responsable de su tratamiento como debe ser el consumo de yuca en las comidas, teniendo en cuenta las particularidades y las necesidades especiales de su caso.
Te recordamos que más importante que saber si el diabético puede comer yuca o no es entender cómo toda la alimentación para la diabetes debe funcionar, teniendo en cuenta que cada persona tiene su propio cuadro de la enfermedad y, por lo tanto, necesita de un seguimiento individualizado con el médico y nutricionista para todo el tratamiento, lo que incluye la parte de la alimentación.