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Distensión muscular – Qué es, cómo tratar y cómo prevenir

La distensión muscular, también conocido como estiramiento, es un mal que afecta a muchos practicantes de actividad física, así como los atletas profesionales.

La distensión muscular, también conocida como estiramiento, es un mal que afecta a muchos practicantes de actividad física, así como a los atletas profesionales. Para cualquier practicante de actividad física es importante conocer, en primer lugar, qué es y cómo identificar una distensión muscular. Más que eso, sin embargo, es preciso saber cómo tratar y prevenir las distensiones musculares, el ajuste de la actividad física a principios simples.

¿Qué es una distensión muscular?

La distensión muscular es una lesión provocada por el estiramiento excesivo de las fibras de un músculo. Las fibras alargadas más allá de su límite normal, rompen y provocan distensión. De esta forma, es una lesión particularmente normal entre los atletas, que con el tiempo obligan a sus músculos más allá del límite o de forma incorrecta.

La causa más común de la distensión muscular es la conducta del deportista. La fatiga, así como el exceso de peso corporal, están entre los factores que aumentan el riesgo de distensión. Es el uso indebido del músculo, sin embargo, que provoca la mayor parte de las distensiones.

Esfuerzos simples en muchos deportes deben ser practicados en sus posiciones correctas, conforme a la orientación de un profesional de la educación física. Más que eso, sin embargo, es necesario prepararse adecuadamente para la actividad física, con aire acondicionado, calefacción y elongación.

Grados de distensión muscular y sus síntomas

Los tipos de distensión muscular varían de acuerdo con su gravedad, que es determinada por la extensión de la lesión y la intensidad de los síntomas verificados.

Para todos los tipos, los síntomas verificados son los mismos, variando tan sólo su gravedad. En el caso más simple, los síntomas se manifiestan de modo moderado; en el más grave, son intensos y más peligrosos. Ellos son:

  • Dolor en el músculo afectado (muchas veces surge de repente durante un esfuerzo físico);
  • Hematoma (mancha púrpura) en la región afectada;
  • Edema (hinchazón) en la región afectada;
  • Dificultad para mover el músculo.

Sin embargo, es posible diferenciar los grados de distensión muscular. Hay tres grados:

  • Grado 1: se produce cuando sólo una pequeña parte (en un máximo del 5%) de las fibras de un músculo se ven afectadas. El dolor es localizado, y el edema puede pasar desapercibido. La recuperación es rápida y con una pequeña limitación funcional.
  • Grado 2: Neste nível, são afectadas até 50% das fibras musculares. El dolor es más intenso, y la inflación local hace que el edema sea más notable. Se considera una limitación funcional, y la recuperación es más lenta.
  • Grado 3: Este es el nivel más grave. En él, se ven afectadas más de 50% de las fibras musculares, pudiendo producirse la rotura total del músculo. El dolor es intenso, así como el edema. La pérdida de la función es muy grave. En este caso, el tratamiento puede ser largo y complejo.

¿Cómo tratar a una distensión muscular?

El tratamiento de una distensión muscular depende de su gravedad. Los casos más simples (Grado 1) son autolimitados: el propio cuerpo repara las fibras dañadas rápidamente, encargándose también de aliviar la hinchazón inflamatoria.

Las lesiones más graves (Grados 2 y 3) requieren, en general, algún tipo de seguimiento, el médico prescribirá los medicamentos necesarios. El descanso es absolutamente necesario, pudiendo extenderse por varios días.

Hay, sin embargo, una serie de medidas que pueden ser adoptadas en todos los casos. Podemos resumí-las en una pequeña lista fácil de memorizar:

  • Protección: Durante la recuperación, se recomienda envolver la zona afectada con un paño suave, para evitar impactos dolorosos.
  • Hogar: Mantener el músculo en reposo garantiza que el cuerpo tenga el tiempo necesario para regenerar las fibras dañadas. La recuperación es más rápida y eficaz. Quedarse completamente quieto, sin embargo, no es recomendable. La sugerencia es saber escuchar lo que el cuerpo dice: si una actividad causa dolor o inflamación, no debe ser hecha.
  • Refrigeración: Aplicar hielo sobre el área afectada es una medida que debe ser tomada tan pronto como sea posible. El frío disminuye el dolor, la hinchazón, el sangrado interno y la inflamación. Se puede repetir la aplicación cada dos horas.
  • Compresión: Comprimir suavemente la región ayuda a reducir la inflamación, lo que facilita la recuperación.
  • Elevación: Si es posible, se recomienda mantener la zona afectada en una posición superior a la del corazón. Esto reduce la presión en el lugar, aliviar la hinchazón y el dolor.

El uso de medicamentos vendidos sin receta médica, como analgésicos y antiinflamatorios simple, puede ser un excelente recurso para aliviar los síntomas. Es preciso, sin embargo, tener cuidado con los anti-inflamatorios, que pueden ocultar los síntomas de una lesión grave que requiere de atención médica. De esta forma, se debe utilizar sólo por 3 o 4 días.

Cómo prevenir las distensiones musculares?

Las distensiones musculares se pueden evitar con medidas sencillas. Como la gran mayoría de las lesiones se originan en la práctica incorrecta de ejercicios físicos sin la preparación adecuada, es en este ámbito en el que la prevención debe centrarse.

En primer lugar, es preciso dosificar la actividad física practicada. Incluso para los atletas, deben haber límites. El cuerpo es una máquina que puede desarrollar para soportar cada vez más esfuerzo, pero llevarlo más allá de los límites actuales sólo causará más problemas, entre ellos las distensiones.

A continuación, es preciso que la actividad física se haga del modo correcto. En primer lugar, con la debida preparación: cualquier actividad física debe ser precedida por el debido calentamiento, así como el alargamiento de los músculos. De esta forma, los músculos están preparados para el esfuerzo que se hace a continuación, disminuyendo los riesgos de lesión y distensión.

Otro factor importante a ser considerado es el peso corporal. El peso no provoca distensiones por sí solo, pero la verdad es que las personas con un peso en exceso pueden correr graves riesgos al practicar ciertas actividades físicas. Bajo todas las circunstancias, es recomendable buscar un profesional de la educación física y, paralelamente, se busca reducir el peso y el nivel ideal.

La contractura muscular y distensión muscular

La distensión muscular es muchas veces confundida con la contractura muscular. Sin embargo, la contractura es una lesión diferente y menos grave, ya que no hay rotura de las fibras musculares. La contractura es provocada por el mal funcionamiento del mecanismo fundamental de la contracción y relajación muscular, lo que provoca una contracción que no pasa con el tiempo.

La contractura puede proceder de esfuerzos excesivos y/o reiterados, así como la actividad física sin la debida preparación. Es posible tratarla con relajantes musculares, así como con reposo asociado a masajes y aplicaciones de calor en la región afectada.

Afortunadamente, la prevención de la contractura muscular puede ser hecha con las mismas medidas adoptadas para prevenir la distensión.

Actividad física planificada, correcta y constante

Las medidas adoptadas para prevenir las distensiones musculares son eficaces para evitar una serie de otros problemas, así como las más triviales, dolores musculares o calambres, por ejemplo. Estas medidas se basan en las normas generales para cualquier tipo de actividad física, que nos enseñan cómo prevenir la mayor parte de las lesiones.

En primer lugar, ella debe ser planificada. Hacer ejercicio por impulso no es recomendable, sobre todo si la actividad es intensa. Además, es necesario hacer ejercicio de forma correcta. La orientación de un profesional de la educación física es deseable para asegurarse de que todo sea hecho de un modo sano.

Lo más importante, sin embargo, es que la actividad física debe ser constante. Los ejercicios deben ser realizados con regularidad, con gradativos aumentos en la intensidad. Es un error buscar desempeñar actividades de alto rendimiento en el comienzo de cualquier práctica deportiva. La actividad física debe respetar, sobre todo, la salud del cuerpo humano. Para ello, se debe equilibrar el entusiasmo con paciencia y persistencia.

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