11 beneficios del kéfir: para qué sirve y sus propiedades
Descubre los beneficios del kéfir, una bebida probiótica natural que mejora la digestión, fortalece el sistema inmunológico y cuida tu salud.

Índice
Los beneficios del kéfir son amplios y sorprendentes. Muchos han visto alguna vez un alimento que parece cuajada o yogur, pero que no es exactamente ninguno de los dos. Su aspecto puede resultar familiar, aunque sus propiedades lo convierten en algo único. Este alimento fermentado, que podemos cultivar fácilmente en casa, es completamente natural y ofrece múltiples ventajas para la salud.
Su nombre es kéfir, y sus propiedades lo han convertido en uno de los fermentos más valorados del mundo. A continuación, descubriremos para qué sirve el kéfir y cuáles son sus principales beneficios para el organismo.
¿Qué es el kéfir?
El kéfir es una leche fermentada obtenida a partir de granos ricos en bacterias ácido-lácticas, bacterias acéticas y levaduras. Estos microorganismos viven en simbiosis dentro de una matriz gelatinosa compuesta por un polisacárido llamado kefirán. Este ecosistema microbiano es el responsable de transformar la leche en una bebida cremosa, ligeramente ácida y con un suave sabor efervescente.
Su origen se remonta a las montañas del Cáucaso, donde era considerado un alimento sagrado por sus propiedades curativas. Hoy, el kéfir se ha popularizado en todo el mundo gracias a su aporte de probióticos naturales que fortalecen el sistema inmunológico, favorecen la digestión y contribuyen al equilibrio intestinal.
¿Para qué sirve el kéfir?

El kéfir es considerado un alimento probiótico de alto valor nutricional y terapéutico. Su consumo regular ayuda a mantener una flora intestinal saludable, mejora la digestión, fortalece el sistema inmunitario y equilibra el metabolismo. Además, actúa como un excelente complemento natural en tratamientos médicos, siempre que no existan contraindicaciones específicas.
Veamos en detalle los principales beneficios del kéfir y por qué su consumo diario puede mejorar de forma significativa la salud general del cuerpo.
Beneficios del kéfir para el organismo
El kéfir no solo es una bebida fermentada agradable al paladar, sino también un poderoso aliado para la salud. Gracias a su combinación única de probióticos, vitaminas y minerales, actúa de forma directa sobre distintos sistemas del cuerpo. A continuación, descubre los principales beneficios del kéfir para el organismo y cómo su consumo regular puede mejorar tu bienestar de manera integral.

1. Problemas estomacales
El kéfir ayuda a reducir la acidez estomacal y a regenerar la mucosa del estómago, lo que lo convierte en un excelente aliado en casos de gastritis, úlceras o reflujo. Su contenido de lactobacilos contribuye a equilibrar el pH gástrico y favorecer una digestión más suave.
2. Problemas hepáticos
El kéfir regula la producción de bilis por parte del hígado y actúa como coadyuvante en casos de hepatitis o disfunciones hepáticas leves. Además, ayuda al cuerpo a eliminar toxinas, lo que mejora la función hepática y la sensación general de bienestar.
3. Problemas intestinales
Gracias a su alto contenido de bacterias beneficiosas, el kéfir favorece el equilibrio de la flora intestinal, combatiendo colitis, diarrea, estreñimiento e inflamación intestinal. También reduce la proliferación de bacterias nocivas, fortaleciendo el colon y mejorando la absorción de nutrientes.
4. Problemas articulares y óseos
El kéfir es una excelente fuente natural de calcio y magnesio, minerales esenciales para el fortalecimiento de los huesos y articulaciones. Su consumo regular puede ayudar a prevenir la osteopenia, la osteoporosis y reducir molestias relacionadas con el reumatismo.
5. Problemas respiratorios
El kéfir también contribuye a mejorar los cuadros de asma, bronquitis y alergias respiratorias, gracias a su capacidad para reforzar el sistema inmunológico y reducir las reacciones inflamatorias del organismo.
6. Fortalecimiento del sistema inmunológico
Al contener una gran cantidad de microorganismos vivos, el kéfir estimula la producción de defensas naturales. Las alergias, infecciones por hongos y enfermedades autoinmunes leves pueden mejorar con su consumo regular, siempre dentro de un plan médico adecuado.
7. Problemas emocionales
El kéfir es una fuente natural de triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina y endorfinas en el cerebro. Estas sustancias están directamente relacionadas con el estado de ánimo, por lo que el kéfir puede ayudar en casos de estrés, ansiedad y depresión leve.
8. Problemas dermatológicos
Su acción desintoxicante y su equilibrio bacteriano contribuyen a mantener una piel más limpia y saludable. El kéfir ayuda a prevenir el acné, mejora la textura de la piel y fortalece el cabello y las uñas.
9. Problemas circulatorios
Consumir kéfir regularmente mejora la circulación sanguínea, regula la presión arterial y ayuda a reducir el colesterol LDL (el “malo”), protegiendo la salud cardiovascular. También puede contribuir a disminuir el riesgo de arteriosclerosis.
10. Beneficios musculares
El kéfir es rico en proteínas de alta calidad, necesarias para la reparación y el crecimiento muscular. Además, mejora la utilización de la glucosa por las células musculares, lo que potencia el rendimiento físico y la recuperación postejercicio.
11. Ayuda a adelgazar
El kéfir es un aliado eficaz en programas de control de peso. Su efecto probiótico mejora la digestión y acelera el metabolismo, ayudando al cuerpo a procesar las grasas y eliminar toxinas de manera más eficiente. Además, tiene bajo contenido calórico y un alto poder saciante.
¿Por qué el kéfir ayuda a adelgazar?

- Regenera la flora intestinal, mejorando la digestión y facilitando la eliminación de toxinas y grasas;
- Es rico en proteínas que estimulan el metabolismo y prolongan la sensación de saciedad;
- Contiene pocas calorías y aporta nutrientes esenciales;
- Favorece la eliminación de líquidos y la depuración del organismo.
Calorías del kéfir
El kéfir es un alimento bajo en calorías. En promedio, 100 gramos de granos aportan unas 37 calorías. Cuando se mezcla con leche, el valor calórico dependerá del tipo de leche utilizada: entera, semidesnatada o desnatada. En general, cada 100 ml de kéfir preparado contiene alrededor de 90 calorías. El kéfir de agua, al no tener grasa, ofrece aún menos calorías, especialmente si se fermenta con poca cantidad de azúcar moreno.
¿De qué se compone el kéfir?
Cada grano de kéfir es una pequeña comunidad viva. Está formado por levaduras, bacterias ácido-lácticas y acéticas, así como por una matriz de proteínas y polisacáridos. Los estudios científicos identifican en su composición:
- 8 variedades de levaduras;
- 2 tipos de bacterias acéticas;
- 16 tipos de lactobacilos;
- Aproximadamente 9 cepas de streptococci y lactococci;
- Ácido pantoténico, ácido fólico y vitaminas del complejo B (B3, B6, B12);
- Vitamina K, calcio, fósforo, magnesio y potasio;
- Carbohidratos, lactasa, proteínas y aminoácidos esenciales;
- Triptófano y otros compuestos bioactivos.
Kéfir de agua y kéfir de leche
Existen dos tipos principales de kéfir: el de leche y el de agua. Aunque ambos comparten beneficios, se diferencian por el medio en el que se desarrollan y los microorganismos presentes. El kéfir de leche utiliza lactosa como fuente de alimento, mientras que el de agua se alimenta de la sacarosa del azúcar moreno.
El kéfir de agua es ideal para personas intolerantes a la lactosa o veganas, ya que ofrece una bebida fermentada, ligeramente dulce y con efectos probióticos más suaves. En cambio, el kéfir de leche contiene más lactobacilos y proteínas, por lo que sus beneficios nutricionales son más completos.
Importante: nunca se deben mezclar los granos de leche con los de agua, ya que esto altera su equilibrio microbiano y puede arruinar el cultivo.
¿Cómo preparar el kéfir?

Preparar kéfir en casa es sencillo. Se necesita una cucharada de granos por cada medio litro de leche a temperatura ambiente (aproximadamente 20 °C). Coloca los granos en un frasco de vidrio con la leche, cúbrelo con un paño limpio y déjalo reposar entre 12 y 36 horas. Cuanto más tiempo fermente, más ácido será el resultado.
Una vez listo, agita suavemente el frasco y cuela el contenido con un colador de plástico (no metálico). Lava los granos con agua filtrada y vuelve a colocarlos en otro frasco con leche fresca para iniciar un nuevo ciclo. El kéfir fermentado puede conservarse en el refrigerador durante 3 a 5 días.
Consejos prácticos
- Usa leche fresca siempre que sea posible;
- No dejes los granos sin leche durante más de 48 horas;
- Si los granos estuvieron sin usar demasiado tiempo, deséchalos y comienza un nuevo cultivo;
- Evita utensilios metálicos; prefiere plástico, vidrio o madera;
- Si puedes, enjuaga los granos con agua mineral o filtrada para conservar su calidad;
- Cuanto más tiempo fermente, menor será el contenido de lactosa, ideal para personas intolerantes.
¿Cuál es la mejor temperatura para cultivar el kéfir?
La temperatura influye directamente en el tiempo de fermentación. El kéfir fermenta más rápido entre 25 °C y 35 °C. En ambientes fríos, puede tardar hasta 72 horas. Si después de ese tiempo no alcanza la textura deseada, se recomienda desechar el cultivo y comenzar nuevamente. Mantener una temperatura estable garantiza una fermentación segura y un kéfir de mejor calidad.
¿Cuál es la mejor leche para producir kéfir?
Si tienes acceso a leche fresca “in natura” (de vaca o de cabra), basta con hervirla y dejarla enfriar antes de agregar los granos. En zonas urbanas, donde se usa leche pasteurizada o UHT, cualquiera de sus versiones (entera, semidesnatada o desnatada) puede funcionar correctamente. Lo importante es que no contenga aditivos ni conservantes.
¿Cuál es el consumo diario de kéfir sugerido?
El consumo ideal de kéfir es diario, preferiblemente por la mañana o antes de dormir. No existe una dosis estricta, pero se recomienda comenzar con 100 ml al día e ir aumentando gradualmente hasta 250 ml, según la tolerancia de cada persona. En pocos días, el organismo comienza a notar sus efectos.
¿Dónde conseguir los granos de kéfir?
Los granos de kéfir pueden obtenerse fácilmente a través de donaciones o comunidades en línea. En redes sociales y foros especializados existen numerosos grupos donde los usuarios comparten cultivos activos. También es posible conseguirlos en tiendas naturistas o herbolarios especializados en productos fermentados.
¿Puede el kéfir prepararse con otros tipos de leche?
Sí. El kéfir puede elaborarse con leche vegetal como la de soja, coco, avena o arroz, aunque los resultados pueden variar. En estos casos, se recomienda reactivar periódicamente los granos en leche animal para mantener su viabilidad.
Contraindicaciones y efectos secundarios
El kéfir es un alimento seguro para la mayoría de las personas. No obstante, quienes padezcan alergia o intolerancia severa a la lactosa deben optar por kéfir de agua o consultar a un especialista. En algunas personas, el consumo excesivo puede causar gases, cólicos o diarrea leve, especialmente durante los primeros días de adaptación.
¿Se pueden consumir los granos de kéfir?
En general, se utiliza solo el líquido fermentado, pero los granos también pueden comerse directamente si se desea. Tienen una textura gelatinosa y un sabor ácido, y son una excelente fuente de probióticos concentrados.
¿Existe kéfir industrializado?
El proceso de producción industrial del kéfir es complejo, por lo que su comercialización masiva aún es limitada. Sin embargo, algunos países, como Japón y Alemania, están desarrollando técnicas para producir kéfir embotellado manteniendo su viabilidad probiótica. En la actualidad, la versión artesanal sigue siendo la más efectiva y natural.
Otros nombres del kéfir
El kéfir también es conocido en distintas regiones como hongo tibetano, planta del yogur, seta de yogur o hongo del kéfir. Todos estos nombres se refieren al mismo cultivo de microorganismos fermentadores.
Conclusión
Los beneficios del kéfir son amplios y comprobados. Su consumo regular mejora la digestión, fortalece el sistema inmunitario y aporta bienestar general. En muchos casos, el organismo atraviesa primero una fase de desintoxicación antes de experimentar mejoras más profundas. Incorporarlo a la dieta diaria es una excelente manera de promover la salud natural.
Preguntas frecuentes sobre el kéfir
El kéfir despierta cada vez más interés entre quienes buscan mejorar su salud de forma natural. Sin embargo, aún existen muchas dudas sobre su consumo, conservación y efectos en el organismo. A continuación, respondemos las preguntas más frecuentes sobre el kéfir para ayudarte a aprovechar todos sus beneficios con seguridad y conocimiento.
¿Cuánto kéfir puedo tomar al día?
Se recomienda comenzar con pequeñas cantidades (unos 100 ml) y aumentar progresivamente hasta 250 ml diarios, según la tolerancia. El exceso no mejora los resultados.
¿El kéfir contiene lactosa?
Durante la fermentación, gran parte de la lactosa se transforma, por lo que el kéfir contiene niveles muy bajos. Las personas con intolerancia pueden probar con kéfir de agua.
¿Puedo combinar el kéfir con frutas?
Sí. Es ideal mezclarlo con frutas frescas como plátano, fresa o manzana, lo que mejora su sabor y potencia sus beneficios nutricionales.
¿Puedo dejar de consumirlo un tiempo?
Sí, pero es recomendable mantener una frecuencia regular para conservar los beneficios. Si se interrumpe el cultivo, guarda los granos en el refrigerador cubiertos con leche.
Fuentes biográficas
- Cambridge Core - Milk kefir: nutritional, microbiological and health benefits
- Frontiers - The Microbiota and Health Promoting Characteristics of the Fermented Beverage Kefir
- Microbiological, technological and therapeutic properties of kefir: a natural probiotic beverage
- PubMed Central (PMC) - Combination Treatment With Benzodiazepines and SSRIs for Comorbid Anxiety and Depression: A Review
- PubMed Central (PMC) - The Effects of Kefir and Kefir Components on Immune and Metabolic Physiology in Pre-Clinical Studies: A Narrative Review
