
Ir al gimnasio y hacer ejercicio físico es una forma de bajar de peso, pero esta práctica no se combina con una dieta sana y equilibrada y que no se presentará a las grandes resultados en este sentido. Así, en una de sus visitas a la sala de fitness, no puede servir de excusa para que, más tarde, a comer de las cosas que mejor le parece, y extrapolar la cantidad de calorías que se consumen, sobre todo para quien no quiere perder las libras de exceso.
Sin embargo, de acuerdo con una investigación llevada a cabo por científicos de Estados Unidos y Taiwán, y es precisamente por eso por lo que se produce: a las personas que hacen dieta tienen una tendencia a la alza de comer más de lo necesario, y después de una sesión de la academia, porque lo que es el ejercicio, que se justifica por la comilona y el exceso. E, inevitablemente, esto finalmente se traduce en una mayor dificultad en el proceso de pérdida de peso.
Para llegar a esta conclusión, la Dra. Angela Chang, de la Universidad de Simmons, que en los Estados Unidos de américa, y a la Dra. Ying-Ching Lin, de la Universidad Nacional de Chengchi, en Taiwán, por lo que se unieron en el estudio. Ellos trataron de responder a tres preguntas: en caso de que la actividad física tiene para el consumo de los alimentos por parte de las personas a las que no lo hacen y que no hacen dieta, el orden de los ejercicios y la alimentación influye en función de la cantidad de comida que ingiere, y si hay una forma para que las personas modifiquen sus patrones de comportamiento, en lo que se refiere a la formación de ruedas, y a la compensación de las comidas.
Así, con el fin de responder a estas preguntas, se realizaron dos experimentos. En el primero participaron 103 estudiantes que no se gradúan. Ellos representaban a diferentes grupos de personas, lo que come, y después de hacer ejercicio, y el segundo, el de las personas que se alimentan antes de hacer ejercicio, y el último, con la gente que no practica actividad física.
En la primera prueba, le pidieron que en cada uno de los sujetos assistissem en un programa de televisión durante más de 40 minutos, y se ha ofrecido a cada uno de ellos un paquete de 120 g de comidas rápidas, con 620 calorías. A ellos se les comunicó que podían comer todo lo que les viene en gana, de la golosina.
Las personas que han dicho que no se controlan en la alimentación, independientemente de que malharem o no, sino que comieron de los aproximadamente 50 g de comidas rápidas. Los que han dicho que están siguiendo una dieta que consumían una media de 79 g de dulce cuando se ha recibido la información de que estaban a punto de hacer ejercicio y por la edad de 28 g, y cuando no lo esperaba para practicar los ejercicios.
Y para los que siguen una dieta y que tienen el hábito de comer y después de la actividad física se han echado a 48 g de comidas rápidas.
En el segundo experimento, es mucho más amplio y se 298 estudiantes. En este caso, los científicos determinaron el cambio en el comportamiento de las personas en el ejercicio de que se trate se consideró que era muy divertido.
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Lo que se observó es que la gente que iba de un sistema, y ha advertido de que, si exercitariam de una manera divertida y comieron menos comidas rápidas que las que no lo iban a hacer, y de lo que iban a hacer ejercicio por la necesidad.
Después del final de las dos pruebas, los autores señalaron que las investigaciones anteriores ya habían demostrado que el auto-control, en cuanto a la alimentación, se dirigió una vez que las personas pueden encontrar una excusa para incumplir las normas, como una especie de licencia para caer en la tentación de alimentos.
«Los individuos que tienen una mayor tendencia a elegir los alimentos ricos en calorías, y cuando se dan cuenta de su petición en el peso de forma más rápida», explica una de ellas.
Los científicos también han dicho que las personas que siguen una dieta que se acaban de comer cuando están relacionadas con la práctica de ejercicio físico, que si no se realizan ninguna actividad.
Además, los investigadores aún se dieron cuenta de que cuando la actividad física es considerada como una obligación, sino como algo divertido, y que las personas que siguen una dieta, que no ceden con el deseo de trascender las calorías de los alimentos.
Para la pareja, la solución al problema es la de deconstruir los estereotipos de la obligación, y de algo que es mucho más difícil que en los entrenamientos físicos de carga, para que el trabajo se ejecuta y no sirva como excusa para la comilona en exceso.
La investigación ha sido publicada en el Journal of Health Psychology (revista de Psicología de la Salud», traducción libre).
[c:factor-de-la-perdida-de-peso-una vez que el artículo]
Usted puede darse cuenta de que, después de un entrenamiento intenso que llega a casa con ganas de comerse a todo esto? Piensa en lo que lleva de su ejercicio como una obligación o por placer? Comentamos a continuación.
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