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Freír Hace Mal Mismo? Tipos de Aceite y Análisis

Mientras que muchas personas consumen la fritura sin preocupación, otros apuntan el método como perjudicial para la salud. Vamos a entender si todo lo hace mal?

Patatas fritas, pescado, pollo a pajarito, palitos de queso y coxinha, son sólo algunos ejemplos de alimentos que son fritos. La fritura es un método utilizado por todo el mundo desde hace siglos y es a menudo servida en restaurantes y cadenas de comida rápida, principalmente porque es una forma rápida y barata de preparar los alimentos.

Mientras que muchas personas consumen la fritura sin preocupación, otros apuntan el método como perjudicial para la salud. Siendo así, vamos a entender si fritura hace mal mismo, ¿qué tipo de aceite más usados.

Cómo funciona la fritura?

La fritura se lleva a cabo cuando submergimos un alimento en aceite a una temperatura de 176 a 190°C. El aceite caliente tiene la capacidad de cocinar casi de inmediato el alimento, además de sellar su superficie para que el aceite penetre en el alimento, y esto hace que la humedad dentro del mismo se mantiene, transformada en vapor para ayudar a cocinar y mantener el aceite en la parte de fuera. Sin embargo, si la temperatura es baja, el aceite es capaz de penetrar en el alimento, dejando muy graso.

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Freír hace mal mismo?

Los alimentos fritos no son considerados saludables como aquellos preparados al vapor, hervidos o asados, y cuando la preparación se realiza con aceites que llevan grasas “malas”, pueden desarrollar problemas de salud.

Además, la fritura hace mal, porque aumenta la cantidad de calorías de los alimentos y puede contener sustancias tóxicas. Ver detalles de cómo estos puntos pueden poner en peligro la salud:

– Alimentos fritos son ricos en grasas trans

Las grasas trans se forman cuando las grasas no saturadas pasan por un proceso llamado hidrogenación. Los fabricantes de aceite utilizan este método utilizando gas de alta presión y de hidrógeno para aumentar la vida útil y la estabilidad del producto, pero la hidrogenación también puede ser el resultado de la calefacción del aceite a temperaturas extremadamente altas, durante la cocción.

Esto sucede debido a que su estructura química es modificada, lo que hace que nuestro organismo tenga más dificultad de descomponer y eliminar.

Otro punto a considerar es que la fritura generalmente es elaborada con aceites vegetales y de semillas procesadas, y estas versiones suelen llevar grasas trans, incluso antes de su calentamiento, hecho que fue observado a través de la investigación.

Un estudio estadounidense realizado con aceites de soja y canola ha puesto de manifiesto que un porcentaje que varía entre el 0,6% y el 4,2% de su composición de ácidos grasos eran grasas trans y cuando son calentados a altas temperaturas, el contenido de grasas trans puede aumentar. Además, cuando una reutilización del aceite se hace para freír, el contenido de grasas trans aumenta.

– Fritura aumenta considerablemente la cantidad de calorías

Comparado a otros métodos de cocción, fritura hace mal, ya que añade muchas calorías. El proceso es capaz de hacer que el alimento pierda el agua y absorber la grasa y los alimentos fritos en general son empanizados con harina.

Si comparamos una patata asada con salteado, podemos darnos cuenta de que tan solo 100 gramos de la versión asada contienen 93 calorías y 0 gramos de grasa, mientras que la misma cantidad de patatas fritas tiene 319 calorías y 17 gramos de grasa, o sea, mucho más calorías y grasas. Ya un filete de 100 gramos de bacalao asado contiene 105 calorías y 1 gramo de grasa, pero si es frito tendrá 232 calorías y 12 gramos de grasa.

– Alimentos fritos potencian el desarrollo de algunas enfermedades

Existe una fuerte asociación entre la ingesta de alimentos fritos y el desarrollo de algunas enfermedades, entre ellas:

Enfermedad cardiaca

Dos grandes estudios observacionales mostraron que los riesgos de desarrollar enfermedades cardíacas aumenta a medida que las personas comen más de freír, ya que interfiere en la presión arterial, disminuye los niveles de colesterol bueno (HDL) y aumenta significativamente el peso, puede provocar obesidad, y todos estos factores son desencadenadores para las enfermedades cardíacas.

Un estudio comparó las mujeres que consumían 1 porción de pescado frito a la semana con otras que comían entre 1 y 3 porciones por mes. Los resultados mostraron que las mujeres que tuvieron un consumo semanal aumentaron en un 48% las posibilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca, en comparación con el otro grupo. Otro estudio también descubrió que mantener una dieta rica en alimentos fritos aumentó considerablemente los riesgos de sufrir un ataque al corazón.

La Diabetes

La diabetes, especialmente tipo 2, puede ser causada por los hábitos alimentarios inadecuados, entre ellos el consumo de fritura.

Dos grandes estudios observacionales han asociado con el consumo frecuente de alimentos fritos con riesgos aumentados de diabetes tipo 2. Por ejemplo, las personas que consumen entre 4 a 6 porciones de alimentos fritos por semana tienen un 39% más de probabilidades de tener la condición, si se comparan con aquellos que comen menos de una porción por semana. Si el consumo es diario (o casi) los riesgos son altos para el 55%.

Obesidad

La obesidad aumenta el surgimiento de enfermedades cardíacas y de diabetes, y ella puede ser el resultado de una alimentación rica en alimentos fritos. Como hemos visto, los alimentos fritos llevan mucho más calorías de los preparados de otras formas, por lo que su exceso puede traer una cantidad extra de calorías.

Además de las calorías que se agregan, hay estudios que demuestran que las grasas trans, normalmente presentes en los alimentos fritos, pueden afectar a las hormonas que regulan el almacenamiento de apetito y la grasa, lo que contribuye con el aumento de peso.

Un gran estudio observacional analizó los hábitos alimenticios de 41.518 mujeres de más de ocho años y se constató que el aumento de la ingesta de grasas trans en el 1% ha provocado el aumento de 54 gramos en las participantes con peso normal. Las mujeres que estaban por encima del peso ganado 1,04 kg.

Además, un estudio realizado con monos mostró que las frituras que no ofrecían calorías adicionales, pero que contenían grasas trans y aumentaron significativamente la grasa del vientre. Esto significa que el problema puede ser el tipo de grasa, y no la cantidad.

– Fritura puede contener acrilamida

Una sustancia tóxica llamada de acrilamida puede formarse en los alimentos que se cocinan a altas temperaturas, incluyendo freír o asar. Ella es el resultado de una reacción química entre los azúcares y un aminoácido asparagina, y su mayor concentración se encuentra en alimentos ricos en almidón, como las papas fritas.

Algunos estudios realizados en humanos se notó una modesta asociación entre la acrilamida y el desarrollo de cáncer de riñón, de endometrio y de ovario. Sin embargo otros estudios han apuntado que la acrilamida en la dieta no está relacionado con cualquier tipo de cáncer común.

Sin embargo, estudios realizados con dosis altas de acrilamida en animales mostraron que ella aumenta los riesgos de varios tipos de cáncer, pero debemos tener en cuenta que los humanos serían expuestos a las cantidades utilizadas en el estudio a través de la dieta.

Entonces, ante estos hechos podemos constatar que la fritura hace mal mismo, pero debemos insistir en que esta condición está vinculada principalmente a su consumo excesivo. Comer un alimento frito en ocasiones difícilmente causará problemas más serios, a no ser que exista un riesgo asociado.

Otro punto relevante es que hay aceites que son más dañinos que otros, entonces optar por las versiones que no llevan grasas malas puede ser una forma de hacer que este método menos dañino.

Tipos de aceite

Por desgracia, los aceites más comunes, accesibles y utilizados son las versiones de vegetales industriales, y son justamente las que usted no debería usar. Este tipo de aceite pasa a través de métodos de procesamiento muy agresivos para extraer los aceites de las semillas, que son ricos en grasas poli-insaturadas, y hasta el 4% de los ácidos grasos presentes son las grasas trans tóxicas.

El uso de estos aceites para freír puede traer grandes cantidades de ácidos grasos oxidados y compuestos perjudiciales para la salud. Si es posible, evite por completo.

Los principales incluyen:

  • Aceite de soja;
  • Aceite de maíz;
  • El aceite de canola;
  • Aceite de cártamo;
  • Aceite de salvado de arroz.
  • Aceite de semilla de uva;
  • Aceite de girasol;
  • Aceite de sésamo.

Pero, no todo está perdido. Usted puede reemplazar los aceites llenos de grasas trans por aquellos que contienen grasas saturadas y monoinsaturadas, que son mucho mejores.

– Aceite de coco

Las grasas saturadas han sido consideradas inadecuadas, pero muchos de los estudios recientes han demostrado que además de ser una fuente de energía, son inofensivas para los seres humanos.

El aceite de coco lleva una alta concentración de grasas saturadas. Es el más adecuado para realizar la fritura, ya que se ha demostrado que, incluso cuando se calienta durante varias horas, él no sufre alteración en la calidad.

Estudios mostraron que, incluso después de 8 horas de fritura continua a una temperatura de 180°C, su calidad no se deterioró. Esto puede ser el resultado de su composición que contiene más de 90% de los ácidos grasos saturados, lo que lo hace muy resistente al calor.

El aceite de coco también aporta muchos beneficios para la salud, ya que puede ayudar a matar las bacterias, virus dañinos y puede aumentar la pérdida de grasa del vientre.

El único aspecto que molesta a algunas personas es el sabor o el olor de coco. Siendo así, prueba con diferentes marcas hasta encontrar una que se adapte a su paladar.

– Grasas animales

Grasas como la manteca de cerdo, sebo y ghee son excelentes opciones para la fritura. Todas ellas tienen un sabor agradable y la mayoría de los ácidos grasos presentes son saturados y monoinsaturados, por lo que son resistentes al calor. Sin embargo, esta regla sólo se aplica a las grasas procedentes de animales que fueron alimentados con granos, ya que aquellos alimentados con pasto pueden tener más ácidos grasos poli-insaturados en sus reservas de grasa. Por lo tanto, sólo las grasas de animales alimentados naturalmente son consideradas como alternativas saludables.

Ya que la mantequilla no es recomendada para freír. Prefiera la mantequilla clarificada y mantequilla clarificada.

– Aceite de oliva

La dieta mediterránea tiene como base la ingesta de aceite de oliva, justamente porque él es considerado una de las grasas más saludables del mundo.

Su composición lleva ácidos grasos monoinsaturados, que así como las saturadas son altamente resistentes al calor. Esto significa que es una gran alternativa para preparar los alimentos fritos, pero puede perder el sabor y aroma si se calienta por un largo período de tiempo.

Un estudio descubrió que el aceite de oliva puede ser utilizado por más de 24 horas antes de oxidar excesivamente.

– Aceite de aguacate

El aceite de aguacate es una alternativa adecuada para usar en la fritura. La composición del aceite de aguacate es muy similar a la del aceite de oliva, y contiene principalmente grasas monoinsaturadas, pero también lleva algunas saturadas y poli-insaturadas.

Una ventaja es que su punto de humo es extremadamente alto. Él puede ser calentado a una temperatura de hasta 270°C sin afectar su composición y tiene un sabor ligeramente aterciopelado que es apreciado por muchos consumidores.

– Aceite de cacahuete

El aceite de cacahuete es constantemente utilizado para preparar los alimentos fritos, especialmente por su sabor neutro, que no interfiere en el sabor del alimento. Él también no absorbe el sabor de los alimentos, y por lo tanto puede ser utilizado varias veces para freír distintos alimentos.

Él alcanza un alto punto de humo, cerca de 230°C, pero puede afectar a la salud por contener cerca de 32% de las grasas del tipo poli-insaturadas, y esta condición permite a los daños oxidativos en altas temperaturas.

– Aceite de palma

El aceite de palma está lleno de grasas saturadas y monoinsaturadas, por este motivo él se muestra como una excelente opción para freír. Especialmente una variedad no refinada conocida como el aceite de palma rojo tiene un sabor bastante neutro, el que interactúa mínimamente con el sabor de los alimentos.

Análisis

La fritura es malo cuando los alimentos son preparados especialmente con aceites llenos de grasas trans, generando varios efectos negativos para la salud. Pero no debemos olvidar que esta condición se asocia al exceso, ya que la frecuencia aumenta considerablemente las posibilidades de desarrollar problemas como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad.

Afortunadamente, existen varios otros métodos de cocción y grasas saludables que puedes consumir sin afectar la salud, y entre todas las alternativas citadas aquí, el aceite de coco se destaca como la mejor opción.

Esto significa que usted puede disfrutar de la ingesta de alimentos fritos en ocasiones, y sin culpa. Pero no olvides que la fritura añade calorías extras, incluso cuando elaborada con aceites más saludables, así que si las calorías son una preocupación para usted, el camino es el de preparar sus comidas en el horno o con la ayuda de un Air-sartén, una freidora que utiliza el aire y no el aceite para cocinar.

Referencias adicionales:

Ya imaginaba que todo lo hace mal, ¿verdad? Que tipo de fritura tiene costumbre de consumir? Se realizó en que tipo de aceite? Un comentario a continuación!

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