7 Condiciones Físicas en las que Usted No Debe Ir a la Academia
Usted probablemente ya tiene conocimiento de los numerosos beneficios que la práctica regular de ejercicios físicos proporciona al organismo de una persona. Algunos de ellos son el mantenimiento de la buena forma, la mejora del estado de ánimo, menor riesgo de desarrollar presión arterial alta, la diabetes, el cáncer y de tener un derrame, la prevención de la osteoporosis, mejora la digestión y de la vida …
Usted probablemente ya tiene conocimiento de los numerosos beneficios que la práctica regular de ejercicios físicos proporciona al organismo de una persona. Algunos de ellos son el mantenimiento de la buena forma, la mejora del estado de ánimo, menor riesgo de desarrollar presión arterial alta, la diabetes, el cáncer y de tener un derrame, la prevención de la osteoporosis, mejora la digestión y de la vida sexual y la disminución del estrés.
Sin embargo, al contrario de lo que algunas personas pueden imaginar y a pesar de las grandes ventajas que la actividad física proporciona al cuerpo de una persona, la exageración en los entrenamientos y la insistencia en ir a la academia, incluso cuando se siente mal o enfermo puede hacer mal en vez de ayudar al organismo.
Entonces, ¿cómo saber si es el momento o no de tomar más ligero y dar una pausa en los entrenamientos? Es justamente eso lo que puedes ver en la lista a continuación, con las 7 condiciones físicas que impiden a una persona de ir a la academia.
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1. Cuando no se siente muy bien
Mismo que la práctica regular de ejercicios físicos ayuda a mejorar el sistema inmunológico de una persona, esto no impide que ella pueda coger una gripe o un resfriado y acorde con un baita mal estar en el día del entrenamiento. Cuando esto sucede, como saber si da para ir al gimnasio o no?
La sugerencia del doctor Sheldon Zinberg, fundador de una red de clubes de salud en los Estados Unidos, es la llamada regla del cuello. Funciona de la siguiente manera: si la persona está sintiendo mal del cuello para abajo, con dolores por el cuerpo, por ejemplo, se debe faltar al entrenamiento y se recupera en casa. Por otro lado, en caso de que los síntomas estén por encima de su cuello, nariz que gotea, congestión y estornudos, hasta da para ir resolviendo, pero sólo si la persona se sienta dispuesta y realmente quieres.
2. Cuando el ciclo menstrual está desregulado
Las mujeres que tienen el hábito de entrenar intensamente y/o en exceso pueden experimentar una condición llamada amenorrea – que es la falta de menstruación en las mujeres en edad fértil. Cuando esto sucede, es importante hablar con el médico, para saber si es necesario disminuir la intensidad o duración de los ejercicios.
Esto, porque la ausencia de menstruación puede querer decir que los niveles de estrógeno en el cuerpo de la mujer están bajos, lo que la deja en un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. Es especialmente relevante que los entrenamientos de las niñas en la pre-adolescencia y en la adolescencia se revalorizan, teniendo en cuenta que este es el periodo de pico del crecimiento óseo de ellas.
3. Cuando te sientas agotado
Lo normal es sentirse bien después de una ida a la academia, por cuenta de la liberación de hormonas como la endorfina, que proporcionan sensaciones placenteras al cuerpo. Es justamente por eso que si en vez de sentirse relajado, la persona se encuentra agotada, esto puede ser una señal de que el exceso de entrenamiento está dejando agotada.
De este modo, la información que se encuentra es faltar algunos días en la academia y dar tiempo para que el cuerpo pueda recuperarse. “A veces es necesario tomar un descanso para volver a encender el fuego”, explicó el director asociado de un centro de terapia ortopédica en los Estados Unidos, Joseph Ciccone, al Every Day Health.
4. Cuando la calidad del sueño está comprometida
No poder dormir bien o la cantidad de horas suficientes para tener un buen descanso puede ser un síntoma de que la intensidad de los entrenamientos ya pasó los límites. Por más que se piense que hacer ejercicio es bueno para la calidad del sueño, la exageración actúa en el sentido opuesto.
Además, es importante recordar que el descanso ejerce un importante papel en el proceso del crecimiento de los músculos. Por eso, al darse cuenta de que el sueño está muy desregulado, no dudes en tomarte unos días de descanso de la academia y descansar de verdad.
5. Cuando los músculos están doloridos
En los casos en que los dolores musculares son ligeros, la práctica de ejercicios puede incluso ayudar a aliviar el problema, especialmente si son trabajados en los grupos de músculos diferentes a aquellos que estén causando el dolor. Sin embargo, cuando los dolores son más fuertes, la recomendación es dejar incluso el entrenamiento de lado por un tiempo, dijo el doctor Larry Birnbaum.
Esto porque, al hacer cambios en el entrenamiento para compensar los músculos doloridos, la persona puede poner en un riesgo más alto de sufrir lesiones.
6. Cuando está con problemas en el estómago
Calambres, náuseas y diarreas son situaciones que requieren que el frecuentaba la academia haga una pequeña pausa en el entrenamiento. Eso es porque cuando alguien tiene diarrea o está vomitando, por ejemplo, puede deshidratarse. En Caso de que insista en la musica, estará más seco aún.
La buena noticia es que como estos problemas estomacales no suelen durar más de un día, la persona puede volver a su rutina de ejercicios en poco tiempo. Y cuando este retorno a suceder, es esencial no olvidar beber mucha agua para evitar la deshidratación.
7. Cuando usted siente que no tiene tiempo para la familia
Por mejor que sea mantener una rutina en el gimnasio, no vale la pena mantenerla si ella está comprometiendo factores más importantes, como pasar tiempo de calidad con la familia, por ejemplo. Si este es tu caso, que tal cancelar o disminuir la duración de uno de sus entrenamientos semanales para estar más tiempo con los hijos y el cónyuge?
Usted no estará siendo descuidado con la salud si usted está haciendo esto: pasar un rato delicioso con la familia es relajante, además de poder desestressar.
Y si aun así sentirse culpable por dejar de hacer ejercicio, siempre da para combinar una actividad física como una carrera en familia o una partidinha de fútbol de chicos contra chicas. De esta manera, da para divertirse, pasar un tiempo juntos y gastar bastante energía.
Usted ya ha pasado por una de estas situaciones citadas anteriormente? Decidió que era hora o día de dar una pausa? Un comentario a continuación.
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