
La decisión de seguir una dieta de las proteínas no es una opción muy fácil. Basándose en la idea de que cuando el cuerpo no tiene muchos carbohidratos disponibles, se utiliza la grasa almacenada como fuente de combustible y que las proteínas promueven la saciedad al organismo, este tipo de programa de alimentación determina el alto consumo de proteínas, acompañado de una ingesta limitada de carbohidratos.
La cuestión es que, además de no permitir el consumo de comidas sabrosas como panes, pastas y pasteles, que están llenos de carbohidratos, la restricción del nutriente aún puede traer problemas de salud como una debilidad, falta de energía, acidosis metabólica, desiquilíbrio de macronutrientes, además de perjuicios al funcionamiento del cerebro y del sistema inmunológico.
Sin embargo, si aun así crees que debe seguir el método y tiene el aval de su médico, es importante usar tácticas para conseguir mantenerse firme a lo largo de toda la duración de su dieta. Después de todo, si es para conseguir algo tan difícil, es mejor conseguir cumplir la jornada hasta el final, no es el mismo?
Para aquellos que comenzó un programa de alimentación con base en las proteínas hay poco tiempo y va a pasar las fiestas de fin de año siguiendo su menú, la tarea se vuelve aún más complicada. Esto porque es en este período que las mayores tentaciones surgen, con tantos almuerzos y cenas que traen en el menú opciones ricas en carbohidratos.
Pensando en ello, hemos recopilado algunos consejos de como pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo sin traicionar la dieta de las proteínas. Echa un vistazo a cuáles de ellas son las siguientes:
1. Piense en su objetivo mayor
Realmente puede ser difícil resistirse a un arroz blanco soltinho, a las masas apetitosas y a los postres. Sin embargo, si usted no sacar la cabeza de su objetivo mayor con la dieta, que sin duda es perder una buena cantidad de kilos y adquirir el cuerpo de los sueños, ganará una motivación extra para no caer en la tentación.
Así, toda vez que da ganas de caer de boca en los carbohidratos, piense en cómo esto puede retrasar el proceso, respira hondo y falda de cerca de la comida en cuestión.
2. No vaya solo a las fiestas
En Caso de que tenga un compañero de dieta de la proteína, dile que vaya con usted a algunas de las fiestas en las que tienes que asistir. Si usted no conoce a alguien en la misma situación que usted, busque la compañía de un amigo o pariente que entienda y apoye el proceso.
Al tener otra persona de su lado, usted puede desahogarse cuando la voluntad de vencer, que te puede recordar la razón por la que usted está haciendo tamaño esfuerzo y darte un tirón de orejas en caso de que usted decida ceder al deseo. Y si la persona en cuestión también está de dieta, usted puede ayudar cuando lo necesite, de modo que la motivación sea mutua y las fuerzas de ustedes se complementen.
3. No se salte las comidas
Saltarse las comidas ya obstaculiza cualquier persona que desee mantener la línea en las fiestas de final de año para no engordar. Para las personas que siguen una dieta con base en muchas proteínas y pocos carbohidratos entonces, es un error gigante!
Al dejar de comer por mucho tiempo, se corre el riesgo de llegar con mucha hambre a la hora de la fiesta. Y una vez que está con el estómago gruñendo, será bastante complicado controlar y no consumir las apetitosas fuentes de carbohidratos.
Y a pesar de que pueda mantenerse lejos de los carbohidratos, podrá exceder la cantidad de calorías de otros alimentos por estar con el apetito voraz, lo que no ayuda nada a perder peso.
4. Coma antes de salir
Parecida a la sugerencia anterior, la recomendación de comer antes de salir a una fiesta sirve para que usted llegue al local satisfecho y de barria llena, lo que hará mucho más fácil la tarea de rechazar los carbohidratos del menú del evento.
5. Planifique su alimentación
Siempre que sea posible, pregunte al anfitrión cuál será el menú de la fiesta. Entre las opciones, asegúrese de que hay alternativas para su dieta y monte un menú previo de lo que vas a comer. Si el menú no te ofrecer muchas alternativas, explique su situación y pregunte si usted puede llevar su propia comida.
Para no dar un mal educado, haga una porción grande, que también pueda ser consumida por otras personas. Por lo tanto, usted no perderá el espíritu de unión que impregna las fiestas de final de año.
Y si el host en cuestión es alguien cercano, pida educadamente para que él deje los aderezos de las ensaladas y carnes separados y no directo en la comida. Así, usted podrá disfrutar de sus fuentes de proteínas sin correr el riesgo de consumir también una salsa baja en calorías y lleno de carbohidratos.
6. Sepa exactamente lo que usted puede y no puede comer
Lo ideal es que usted tenga el acompañamiento de un nutricionista. Con la ayuda de él, usted puede sentarse y establecer una lista general de los alimentos que puede y que no se debe comer. Imprimir, guardar en el móvil o en el ordenador, y si es posible, decora-a.
Por lo tanto, usted no tendrá espacio para dudas y no quedará confundido acerca de lo que puede y no puede comer mientras esté en frente a las numerosas opciones de las fiestas de final de año.
Además, todavía da para hablar con el nutricionista acerca de las comidas de fin de año que se puede comer, ni que sea un pedazo pequeño para satisfacer la voluntad, y las que debe dejar de lado mismo.
7. Acepte que usted es humano y puede equivocarse, y siga adelante
Damn, nadie es perfecto! Y con muchas tentaciones para ir en contra de su dieta, que no puedas mantener la voluntad y comer un cariño, una masa o cualquier otra fuente rica en hidratos de carbono es humano, y no significa el final de los tiempos.
Especialmente si usted todavía está en el inicio de su proceso. Después de todo, para quien pasó buena parte de la vida comiendo de todo, no es de la noche a la mañana que el consumo de carbohidratos va a estar allí todos los días, ¿no es así?
Por lo tanto, la sugerencia final es: luchar para mantenerse fiel al programa, pero si no lo consigues, no te quedes remoendo la falla. Creo que mañana es un nuevo día y que usted intentará ser mejor que hoy. El que es la única cosa que usted puede hacer, después de todo, como dicen por ahí: no sirve de nada llorar por la leche derramada.