4 Tipos de Personas que Sabotean Tu Dieta y que Apenas se da cuenta de
Cuando contamos a las personas que están cercanas a nosotros, que estamos haciendo clases de la academia y siguiendo una dieta más saludable para adelgazar, algo que podemos esperar de ellas son comentarios y opiniones. Y si, por un lado, algunos pueden ser muy alentadores y decir palabras agradables que nos dejen aún más animados, otros, incluso sin …
Cuando contamos a las personas que están cercanas a nosotros, que estamos haciendo clases de la academia y siguiendo una dieta más saludable para adelgazar, algo que podemos esperar de ellas son comentarios y opiniones. Y si, por un lado, algunos pueden ser muy alentadores y decir palabras agradables que nos dejen aún más animados, otros, incluso sin querer, dicen o hacen cosas que no nos estimulan tanto.
Estos últimos son los llamados saboteadores. Y se equivocan aquellos que piensan que sólo aquel tío que disfruta de una barbacoa de fin de semana o el amigo aquel que no perdona una pizza o un delicioso aperitivo de fast-food que ocupan ese papel. Los saboteadores pueden surgir de donde la gente menos se imagina y actuar de manera casi imperceptible.
Por eso, para que te deje un poco más alerta en relación a los amigos, compañeros y familiares que no dan esa fuerza para su dieta, echa un vistazo a la siguiente lista con cuatro tipos de personas que sabotean tu dieta y que apenas se da cuenta y sepa qué hacer para cambiar la situación.
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- 1. El amigo de la academia
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- 5 Alimentos “Saludables” que Nutricionistas Consideran Innecesarios
- 4 Excelentes Opciones para una Cena Saludable para Perder Peso
- 5 Beneficios de la Clara de Huevo para la Buena Forma y Salud
- 2. Los clientes de la oficina
- 3. Su amigo que no dispensa un bar
- 4. Los hijos
1. El amigo de la academia
Ya hemos comentado varias veces por aquí, es importante dividir el entrenamiento con alguien. Y es lo mismo. Tener un compañero de gimnasio o correr es una gran manera de mantenerse motivado y ser estimulado en los días en que el desánimo o la pereza golpean. Eso sin hablar de que una compañía deja el entrenamiento sea más divertido.
Sin embargo, cuando esa persona que te acompaña en los entrenamientos te tira hacia actitudes no muy saludables, ella asume el papel de saboteador. Esto sucede cuando después del entrenamiento ella te llama para comer algo más calórica. Y no tiene que ser una pizza o un refresco. Incluso golpes y batidos de proteínas pueden afectar a su dieta.
“Si se elimina 200 calorías en el gimnasio y toma un batido de proteínas de 350 calorías, usted no está haciendo nada bueno a sí mismo”, explicó la bloguera y experta en nutrición Caroline Kaufman.
Como cambiar eso?
No, usted no debe ignorar el parça de la academia y hacer el entrenamiento por sí solo. Pero es necesario hacer algo para cambiar la situación, ¿verdad? Así que evite salir a tomar algo después del entrenamiento y deje de comer así que llegar a casa. Si aún así tu amigo insistir, ojo en las calorías que usted va a pedir y opte por una huelga hecha con sólo dos frutas y leche desnatada.
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2. Los clientes de la oficina
Si usted trabaja con algo que requiere de encuentros y reuniones con los clientes en los restaurantes, se puede consumir más calorías de las que debe, y al menos darse cuenta. Esto porque mientras la conversación con el cliente, que se centra más en su trabajo que en la comida que está haciendo y mal nota cuando se pide un postre o un refresco para todos los de la mesa.
Y aunque a la hora de hacer el pedido, si usted puede parar y pensar y elegir algo más saludable, está un poco difícil de resistir cuando todos ya pidieron una porción de papas fritas, que será consumida en su frente.
Como cambiar eso?
Si tienes la oportunidad de elegir un restaurante, sugiera algún que usted sabe que tiene opciones de menú más saludables, pero que no dejan de ser muy sabrosas. Así, cuando piden lo que usted sabe que no debe comer, su sufrimiento no será tan grande.
Además, realice su pedido antes de que los otros y deje bien claro, con educación y amabilidad, por supuesto, que no pedirá un postre o un refresco.
3. Su amigo que no dispensa un bar
La noche del viernes, que acaba de llegar de la academia y está en una buena en casa, con los pies hacia arriba, viendo una película en la televisión. Entonces, eso a su amigo que no perdona una salida al final de la semana te llama para dar una pasadita en algún bar. Incluso no estando tan así dispuesto a salir, va, para aprovechar y poner la conversación en día.
El problema es que encontrar a un amigo en el bar es pedir para empanturrar de calorías líquidas. Puede que no parezca, pero las bebidas alcohólicas también son ricas en calorías y obstaculizan la dieta. Por ejemplo, una lata de cerveza cuenta con 155 calorías.
Eso sin contar que beber aumenta el apetito, especialmente para aperitivos como patatas fritas y snacks.
Como cambiar eso?
Usted no tiene que dejar de salir con su amigo, pero debe hacer decisiones sabias a la hora de pedir su bebida. Evite los golpes realizados con jugos artificiales y gaseosas y opta por bebidas con menor valor calórico, como una copa de vino tinto, por ejemplo, o un gin tonic, limitando el consumo a sólo una dosis, o por lo menos intercalando las dosis con un vaso lleno de agua.
Si usted no quiere correr el riesgo de no aguantar y con ganas de repetir varias veces la bebida, voluntario para ser el conductor de la ronda y pase la noche sobrio.
4. Los hijos
Es algo más suave que los de sus hijos pequeños han de demostrar su amor por usted al querer dividir el amor o los caramelos que ganaron en la escuela o los abuelos? Sin embargo, por más adorable que esto sea, no podemos negar que los pequeños están actuando como mini saboteadores. Después de todo, ¿cómo hacer para resistir a las caras lindas ofreciendo sus golosinas?
Como cambiar eso?
Cuando el niño te ofrecer el cariño, gracias, pero diga que no quiere porque está con la barriga llena. Si ella lo desea, tome y guarde la golosina, pero sé fuerte para no comer más tarde.
Aprovecha también para determinar un horario adecuado para que tus pequeños coman los dulces. Determine una cierta cantidad por día, pequeña, por supuesto, y permita que sea sólo después de que ellos hayan terminado de almorzar y cenar, sobre todo después de haber comido los vegetales saludables que usted puso en el plato de ellos.
Así, usted no sólo limita y controla la tentación que pasa cerca de ti, como también enseña a sus hijos a tener una alimentación más saludable.